lunes, noviembre 29, 2021

Quiero encontrarte... divagando


 

 

QUIERO ENCONTRARTE... DIVAGANDO

 

Estoy solo y fuera de mí

Voy pensando cómo describirte

y cómo hacer para honrarte

Mis manos merodean por el teclado

pero yo las afano a volar sobre la brisa

que me ha traído el reflejo

de tu voz tus ojos y tu pelo

desde la luz el fuego y el carbón

Sigo bebiendo de mis recuerdos

Los fantasmas casi roban de ti mi néctar

pero aún sin proponérselo... no pueden

... no lo conocen... no están ni cerca

Pasa una lluvia pertinaz

de colores iniciados por el azul

Ése que ya casi es tan extraño

que será policromía inconclusa

cuando en otra vida te me aparezcas

Sigo sintiendo que todo está lejos

y que yo... casi ni existo

Animo un viaje contrario a mi realidad

donde la magia se abalanza en mi razón

sobre mis rastros de tu piel y tu cabello

olorosos... sin tiempo

Es un periplo de intentos trascendentes

de estar contigo y contemplarte...

Juego a todo y la respuesta es nada

En mí no tengo algo que me hable

de tu condición de inconclusa mujer...

que ha sido la luz fantástica de mi camino

Voy y me resisto

a no volver a verte ni a olvidarte

Tus huellas están aún en mí latentes

aunque tengan casi años días y meses

Eres el logro de mis jaurías

que se pasean buscando qué asaltar...

Tengo frescas... pulsiones de mí

abiertas de enorme vida...

No te juzgo... No te califico

¡Sólo sé... que no te hallo!

 

Francisco Pinzón Bedoya

2002

 

domingo, noviembre 28, 2021

Al fin y al cabo... ¿qué?

 



 

 

AL FIN Y AL CABO... ¿QUÉ?

 

Este frío de hoy es nuevo

cala / hace tiritar / estalla

No es el mismo que otros días

Este tiene un vacío delictuoso

Este tiene el tormento de saber

que al fin vamos a destruirlo todo

 

El planeta no es finito y a algunos...

no ha llegado la noticia

Esa que azara mis noches y mi vientre

 

Claro... cuando uno ningunea al otro

pues ése ni siquiera existe

y entonces ahí...

sí funciona la ecuación

esa que papá nos lee

de su diario económico

en el club favorito

 

Mañana habrá pan para unos

Siempre para los mismos desde esta loma

Para los de las otras...

donde se derrumba todo

quizás no... pero ellos / no existen

entonces ¿qué más da?

Al fin y al cabo... ¿qué puede pasar

si siempre lo hemos hecho y nada ha pasado?

 

Sigamos así... el fin cercano será de todos

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

 

 



lunes, noviembre 22, 2021

Otros quereres...

 "Desdoblamiento"
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OTROS QUERERES...

 

Quiero un dorso puesto en mi lugar,

sentarme con él a ver un crepúsculo

y confesarle mis secretos con que aliento

el paso extraño y armonioso de mi vida.

 

Quiero flamear mis ojos sangrantes

ante un espejo hecho de versos y metáforas,

para dejar ante él aquellas que no he escrito

y las sabias necedades que tengo en mi alma.

 

Quiero legar, desnudo de cantos y penas,

mis letras de ensayo, mis juegos alegres,

mis miedos imperecederos, mis nostalgias,

mis ansias de mar... y el amor constelado

de estrellas fantásticas con mi piel de entregas.

 

Quiero tantas cosas y quiero tan pocas

porque en este trasegar de infiel mariposa,

de bardo vocinglero, de tahúr estático,

conocí de nombres y de inciertos y de pompas,

de lloros y de risas, y de males y de suertes

que han de quedar insertos en las hojas de mis libros.

 

Y quiero florecer, cuando ya no florezca más,

mediante algún ardid cosmológico o terreno

en medio del silencio de unos libros soñadores,

para que otros ojos nuevos, llenos de curiosidad,

conozcan lo que fui y qué promesas incumplí

desde la soledad y el gentío de mis abismos.

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

2005

 

 

 




miércoles, noviembre 17, 2021

Pesadez


 

 

PESADEZ

 

Sé que cada día es distinto...

que no logré despertar tu entusiasmo

ni esas emociones ni aquellos brillos

como en otros días con mis poemas

 

Sé que cada día es distinto...

y se dan con su afán y sus promesas

sus valideces y sus demencias

 

Y aunque sé lo que hoy te digo...

se me ha quedado atragantado

en el bordillo de tu negro abrigo

un abrazo silencioso que palpita

por saberte cerca... siendo más linda

 

Sé que cada día es distinto...

pero quiero desfogar así

esta sensación de amor y pesadez

que se ha levantado conmigo

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

2002

 





martes, noviembre 16, 2021

Las dos caras


 

 

 

19 marzo 2021

 

LAS DOS CARAS

 

¿Cómo será apretar el cuello y sentir sus venas palpitar al galope, con el miedo sumo?

 

Estuvimos de mutuo entre las garras del otro, cuando el cielo se tiñó de estrellas y nubes rojas.  Mi pecho estalló y no supe más.  Tal vez por eso estoy aquí y veo ese juego de curvas y números en el monitor de pitido indolente y sincrónico.

 

No morí.  Ya supe cómo fue, es un poder que había soñado.  ¿Qué importa que sea ahora el preso 1772?

 

Francisco Pinzón Bedoya

 

 

 



lunes, noviembre 15, 2021

Semillas de plumas


 

 

 

 

SEMILLAS DE PLUMAS

 

Puedes volar

mientras el reposo del cazador

esté lejos de la jungla

Interpreto tu canto

siento tu miedo

Sé que la flecha ya no pasa

en llamas al cielo

Pero aun así…

     sé que llega la muerte

como cosa turbia / inentendible

     … antes del silencio

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

2011

 

 

 



jueves, noviembre 11, 2021

¿Atesorar?


  

 

 

¿ATESORAR?

 

Alguien tiene su propia dispensa

donde atesora celosamente

algunos arcos iris de tardes de vacaciones

hermosos atardeceres de luna sobre el mar

eclipses totales o parciales de sol

nombres de alas y de hambres infinitas

y el último rumor de su caracola

 

Toma y constriñe sus propios párrafos

y los esconde al fondo / en el segundo cajón

al lado de esos sobres y fotos elusivas

que algo sepias... esperan

 

Alguien tiene entre sus tesoros

detrás de sus puertas vetustas o nuevas

historias que se mueven al filo

de un delirio tierno o hasta insano

sin morir viviendo en vilo

 

Todos tenemos una dispensa

sólo que algunos cargamos con ella

                   ... y otros no

    

Francisco Pinzón Bedoya ©

2012

 

 

 






jueves, noviembre 04, 2021

Lo cotidiano en mi barrio y mi país de desastres


 

 

DIVAGACIONES ALREDEDOR DE

LO COTIDIANO

EL BARRIO

Y MI PAÍS DE... DESASTRES

 

Lo privado en público, el quicio de la puerta a la calle, ese estado en donde los vecinos se enteran de lo que se dice, lo que se ve, lo que se imagina y da origen al chisme, los supuestos comunitarios, es allí donde hay un drama del límite, de lo que se puede o no se puede saber “afuera”.  Tal vez por eso los pudientes mantienen “su puerta” lejos de lo público, no sea que “afuera” se sepa de sus intimidades.

 

Quizás por no tener claro ese límite, muchas de las rencillas y consejas del barrio se dan.  Se nos olvida que cuando estamos en “sociedad” y aunque no lo tengamos presente, hemos firmado un contrato social de comportarnos según algunas reglas que en parte son leyes y en parte pueden ser “buenas costumbres” sociales, o Urbanidad como lo llamaba Carreño, o en complemento hay ciertos dictados éticos que guían.

 

Muchas lenguaradas provenientes del desconocimiento, de la ignorancia y hasta de la inocencia, hacen daño al prójimo, al otro, al vecino, dando forma a esa violencia soterrada que favorece la perpetuación del gueto.  Es orquestado por quienes manejan a su antojo las barriadas.  Y a ese cóctel le agregan hambre, drogas, miseria, crean la tormenta perfecta que alimentan como soldados.  ¿Cómo lo hacen quienes mueven los hilos? Hay manuales como El Príncipe. El titiritero mayor ordena pan y circo, y reguetón con licor barato, más y una enorme dosis de odio y miedo, como condimento sustancial. Para quienes se salgan del molde se crean pequeños infiernos donde no hay reglas para la muerte, siempre controlables en las fronteras. ¿Será por eso que en mi medio se llaman “Comunas” o más fácil de controlar por “cuadrantes”?  Todo está servido para mantener el barrio “en sus justas proporciones” como diría el político lenguaraz que fue presidente.

 

En este reino, la educación abierta y universal no es permitida.  No de manera frontal sino vedada la regla.  La orquesta crea iguales, que dé visos de democracia, pero con condiciones de gueto a quienes acceden a este cuento por algún accidente de la enseñanza pública.  Allí se vuelve a repetir la fórmula y se acicatea a la muerte.  Se mantiene vigilada esta turbamulta con miles de mecanismos.  En el sector real se prefiere a los aconductados que arroja el sistema, porque mal que bien, han sido juiciosos y saben cuál es el premio: “mínimo estrato cinco y una familia feliz”.  Ser fiel y leal al sistema es “gente de bien”, los demás: gleba y lumpen, y otros epítetos que han llevado hasta “mamerto” en estos tiempos de pandemia y de extremos. 

 

La fórmula se ha adobado ya con principios de viejas dictaduras: la polarización.  “Si no piensas como yo, estás en contra mía”, y corre el reloj.  De ahí el asesinato selectivo de líderes sociales, desde aquel que le enseña a las comunidades pobres cuáles son sus derechos hasta quien le da de comer a uno que tiene más hambre que él. Todos son víctimas, y hasta han vuelto eso un negocio: quizás hasta le hayan puesto precio a la cabeza de aquellos líderes que un matarife señala y selecciona, como en los mejores tiempos de pablo, cuando cada policía muerto estaba tasado en dinero.  Nada mejor como ejemplo de la aplicación del miedo.  Si por alguna razón, al matarife de turno se le ocurre tener algún tipo de interés económico neoliberal por algún territorio, entonces hay que desplazar comunidades enteras para destrozar los núcleos sociales y engrosar las barriadas de las ciudades que ya están controladas y echarles más condimentos de muerte.

 

A quienes más hay que perseguir es a los artistas.  “Esos no piensan como queremos”, esos son “raros”, acabémoslos en todos los ámbitos: morales, físicos, sociales, así seguirán siendo parias y nadie los escuchará, facilitémosle las drogas para paliar toda el hambre que tendrán, así serán una penosa llaga social.  Todos, ardides inventados y bien aceitados para tener la plebe “controlada”.  Ojo, en las cartillas nunca está la idea de atacar sus obras ni los temas, es un descrédito sistemático a las personas. 

 

El segregacionismo a las minorías es patético, está arraigado en el complejo de inferioridad que manejan las clases dirigentes, quizás.  A alguno se le ha ido la lengua pública hasta llegar a declarar al Chocó, territorio de negritudes: “no apto para darles nada, allí se pierde todo y es como echarle mierda a los cerdos” dijo.

 

Queda mucho por divagar, luego sigo.

 

Francisco Pinzón Bedoya

octubre 2021

 

 



Trasiego (Nonatos)

      TRASIEGO (NONATOS)   Pasan sin dueño los deseos en un tiempo en que la desnudez se refleja mansa en el espejo de la noche que empieza ...