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miércoles, diciembre 07, 2011

Dos que sueñan

Uno de mis poemas más recientes para continuar este compartir decembrino… 

El epígrafe es un homenaje a un poeta colombiano poco conocido en el ámbito internacional quien “legó” estos versos para que en mí se disparara este poema, más como una disculpa para esa elevación suprema que es parir un poema.



"Con su corazón flor..."
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DOS QUE SUEÑAN

“… el lugar en sombras
anuncia la lluvia
que cantará en los tejados…”
Darío Ruiz Gómez

El lugar inaplazable en el tiempo de la lluvia
con su noche seductora bajo un frío otoño
desprende su olor a mariposas mandarinas
con una mezcla de sombras / imaginación
alicientes fantásticos de encuentros y gemidos
Allá en el otro meridiano vecino
en otros cantos de necesidad y olores vacuos…
un azul de cielo se espesa y dice entre sollozos
que una trasgresión a la realidad notoria
sería el trémolo que complete la orquesta
para que esos corazones lleguen y se tomen
se abalancen uno sobre otro y se colmen
sin más silencios ni pesares ni suspiros
Así… la cuántica posible habrá llegado a esas pieles
que se encuentran en varios sueños cada noche





"Tristeza"
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Estas vacaciones dedicadas a la poesía son espectaculares.  Gracias a quienes han hecho posible este tramo de mi vida… un abrazo


"Colorido callejero"
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Nota al pie:

Darío Ruiz Gómez nació en Medellín (Colombia) en 1935. Es poeta, cuentista, novelista, ensayista, profesor universitario y crítico de arte. Algunas de sus libros de poesía publicados: A la sombra del ángel; Señales en el techo de la casa; y, Geografía. Entre sus libros de cuento, se encuentran: Para que no se olvide su nombre; Para decirle adiós a mamá; y, La ternura que tengo para vos. Publicó también, la novela Hojas en el patio y el libro de ensayos De la razón a la soledad.

sábado, octubre 22, 2011

Instantánea

"Aquellos ojos..."
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El que anda con la miel, algo se le pega” dice un dicho popular aquí en Colombia, pues a mí la lectura de un poema de la poeta Soco Mármol Bris destapó alguna esencia que estaba congelada en el tiempo y la distancia de mi ser interno. Ese ser disparó sin miramientos este poema, por ello lleva en su epígrafe una muestra de lo que le dio un poco “su origen”, aunque no siendo así de exacto debo decir que es más como el “disparador” de que algo que ya estaba en mí salió sin permiso… y quizás “a pesar de mí”. 

Este poema ya estaba inserto en mi piel de poeta, pero no he sabido si fui yo quien lo escribió o fue él quien me usó para ser…




       INSTANTÁNEA

        “… a medias en caricias sin abrir,
        en versos inacabados…”
        Soco Mármol Bris

        Perdido en esa otra mitad
        de que adolezco
        habitado por azules fugaces
        limosneando caricias delatoras
        me ve el espejo en sus rumias
        removiendo hojas y recuerdos
        cuando ya lo que se ha ido
        lejos está / abatido y silencioso
        y siento que el cielo gris
        y la llovizna pertinaz
        tienen siglos de llantos
        que salen… sólo al verme
        rememorar melancolías
        que se quedaron escondidas
        al filo de la noche temprana
        que cobija otro instante largo
        viajando hacia el mañana

        FRANCISCO PINZÓN BEDOYA
        21/X/2011




 "Margarita entre las margaritas"
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Gracias a todos ustedes por seguirse pasando… por este rincón de los miles que tiene esta red que crece a la velocidad que se va expandiendo el universo, y éste es el que nos tocó en suerte.


Nota: En este post también les presento dos de mis más recientes trabajos en Photoshop, pues entiendo que hay muchos de ustedes que los disfrutan como yo.

miércoles, febrero 03, 2010

A PROPÓSITO DE LA MUERTE DE ANDRÉS ELOY MARTÍNEZ

"¿Un poco de Rayo?"


Un poco al conocer de la muerte de este enorme periodista escritor argentino, escribí esto.  Espero que en unión de otras de mis imágenes les deje un mensaje de esos extraños que dejan en quienes seguimos vivos, aquellos que se van.

"Violady"

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¡Y ya!

Hay en mis días, infortunadamente, dos hechos que me catapultan hacia la búsqueda de “más datos” acerca de algún escritor mínimamente conocido: su muerte o el haber ganado algún premio importante como el Ortega y Gasset, el Pulitzer, el Nobel, el Rómulo Gallegos, etc, por sólo citar algunos.

Esto último es un desfile más o menos previsto y un ceremonial que arranca con los nominados y termina con el ganador, para lo cual tanto las agencias noticiosas como las editoriales ya se han programado y han  recopilado una serie de detalles de las obras de los nominados, y entonces, una vez ocurre la premiación, ya se tiene a mano una reseña, extensa o no, según el tinte del momento, del homenajeado. Pasan delante de él sus logros más que su personalidad, sus “charreteras” más que sus obras, y sólo algunos de quienes la comentan realmente la han leído, entendido y vuelto un ícono.  Sin embargo, allí están, esos son… y todo sereno.  Ellos se han ganado un sitial en el pedestal del momento.  ¡Y ya! ¡Nada más pasa!

En cambio, en la primera situación, ocurre que pueden ser decesos inesperados (suicidios por ejemplo) o por lo menos hechos no previstos por las agencias, y es entonces cuando uno se dedica a buscar sobre las causas del deceso, si tenía antecedentes o no, si hay algo más que explique la noticia, y uno se encuentra con que todos sólo tienen la frase tipo: “Fulano, escritor nacido en Tales, falleció luego de una larga y penosa enfermedad. Tenía XX años. En XXXX obtuvo el Premio CCCC por su libro "xxxxx", el cual ha sido traducido xx idiomas, y fue en los años xx’s muy aceptado por el público de XXXX”. ¡Y ya! Nada más después de una vida dedicada a las letras, casi los tres renglones y ya.  No obstante, los medios se apresuran a reeditar las entrevistas, sus artículos, las críticas, los roles en este o aquel oficio, y todo lo relacionado con él, una especie de “Googlazo” de joven de secundaria. ¡Y ya!  Al tercer día, la siguiente tragedia de la caída del avión o el Tsunami o el terremoto o la alocución de Obama o el exabrupto de Berlusconi, tapan toda la noticia y la presencia en los noticieros de esa persona que dedicó una vida frente a hacer ficción o periodismo o cuento o novela o poesía o todas juntas. Es entonces cuando me veo avasallado por ese maremágnum de datos instantáneos pero etéreos y definitivamente… superficiales y temporales que nos dan los medios. ¡Y ya! ¡Nada más pasa!

En la segunda situación, desde hace muchos años me queda el sinsabor de haber dejado para la fecha del deceso la búsqueda del verso o del escrito o de la sabia frase o del arpegio, sobre muchos de quienes se han ido: MaMeCa (María Mercedes Carranza), Jorge Eduardo Eielson, Cinto Vitier, José Watanabe, José Lezama, Mario Rivero, Mario Escobar, Meira Del Mar, Idea Vilarino, Eugenio Montejo, Ángel Campos, Alejandro Aura, Germán Espinosa, R.H. Moreno Durán, Manuel Bermúdez, Manuel Zapata Olivella, Juan Zapata Olivella, Alexander Solzhenitsyn, Héctor Rojas Erazo, Jorge García Usta, Blanca Varela, Mario Benedetti y Andrés Eloy Martínez, por sólo citar a algunos de los más recientes.  De muchos de ellos, después de muertos descubrí muchas de las joyas maravillosas de sus obras que no conocía.  Ha sido muy difícil, ya a última hora, capturar lo que muchos lectores avezados valoraron de su espíritu y letras, y por lo cual consideraron al personaje como tal. De todos modos esa sensación de “briznas al azar” me aparece por afinidad con todos estos artistas que la muerte se llevó, y de los cuales a los pocos días nada queda. He logrado acceder, tiempo después, a las notas de algún homenaje solemne o no que algunos pocos amigos han hecho de su obra, de su legado, pero hasta ahí.  Y vuelvo y me digo: ¡Y ya!  ¡Nada más pasa!

Todo entonces me habla de finitud de lo que somos, de quienes somos, de lo que habitamos y de lo que seremos, para lo cual mi alma sigue en camino para prepararse para ser lo que deba ser y no esperar dejar más allá de la ida lo que no se va a ser, pues en mi lugar sólo creo que serán algunas muy pocas letras “para unos muy pocos amigos” quienes hablen de mí, ¡Y ya! ¡Nada más pasará! Sólo me resta irónica y tristemente reírme con la ocurrencia de aquel que dijo: “¡Y se sigue muriendo gente que antes… no se había muerto!

Medellín, febrero 3 de 2010

 "Bronca sepia"

Hasta pronto... y gracias por su visita, y hasta mejor... por sus huellas

"¿Hojaldre?"

martes, abril 14, 2009

Y otra vez... murió un poeta

Murió Mario Rivero (poeta colombiano) este domingo 12 de abril de 2009, en la serenidad de su casa de un problema cardíaco”, es la mayor frase que pudieron rescatar los periodistas de este personaje diferente y de poéticas hermosas en muchos tiempos de las letras colombianas. Casi que independiente de cuál o cómo haya sido su vida, dejó huella en la poética colombiana y todas las reseñas noticiosas se limitaron a decir algo sobre su obra, tal vez obtenido a toda velocidad de wikipedia o qué sé yo. Han aparecido y lo seguirán haciendo, por este hecho, pequeños obituarios en fila, y hasta seguirán llegando noticias de este suceso de todos los poetas, porque para los poetas también pasa el tiempo. Recientemente la lista se acelera: Blanca Varela, Meira Delmar, Mario Rivero... cada vez más cercano. Recuerdo un pasaje del poema de Benedetti Pasatiempo: “Ahora veteranos / ya le dimos alcance a la verdad / el océano es por fin el océano /pero la muerte empieza a ser / la nuestra.” De su muerte, él ya había hablado: “Ningún mortal ha encontrado / Un remedio contra la muerte. / Ella a todos nos quebranta como le place, / Y cuando quiere. (Mario Rivero).”

Un día desfilará el nombre mío y creo que ni llegaré a obituarios nacionales y si, de pronto, escasamente a una nota en el diario del barrio... y claro, nunca por ser poeta sino por alguna ambigüedad entre ser ciudadano y hasta fomentador de alguna causa perdida.

Espero que no haya quien aproveche la oportunidad para denostar públicamente de la poesía en lugar de hacerlo del poeta, como lo hizo alguien ante la noticia de la muerte de Mario Rivero, en la página noticiosa de Caracol, así: “De nada sirve tener corazón de poeta. 04/13/09 07:41:27 Nunca he leido a este poeta, pero en fin no creo que me haya perdido de mucho, despues de muchos años de leer poesía he llegado a la conclusión de que ésta es una especie de terapia que utilizan algunos seres deprimidos para descargar sobre el papel toda la basura mental que los atormenta como en un intento desesperado de librarse de los males que le aquejan. El lector de poesía se convierte en una especie de ropavejero que acumula andrajos viejos y si no toma la precaución de romper el saco en el cual hecha todos esos trastos tarde que temprano termina doblado y extenuado casi en la misma medida como los autores de tales textos catársicos. Lo mejor es abrir los ojos, disfrutar el momento, la vida es bella, hay muchos detalles que nos perdemos por vivir atados a mundos que ya fueron.” (los errores de ortografía son propios del mensaje).

Sin embargo, alguien (porque fue bajo un seudónimo) Sin embargo, en otro comentario sobre este hecho dice: “Por: papeleta - Lun 13 abr 2009 06:13 am. "cuando te mueras harás un viaje como este loco, de versos claros y sueños turbios estaba loco, dios lo perdone, tanto viajar...., tanto vagar..., tanto soñar...., el pobre hombre se fue muriendo poquito a poco, y al fin ha muerto, ya hiede un poco....., alzad amigos....., alzad amigos...,alzad, y vámosle a sepultar..." -Porfirio Barba Jacob- . la poesía es la vida, los poetas son ángeles que nos elevan, nos sacuden y nos elevan para que todo sea bello, hermoso y musical. mario queda enchapado para siempre en el recuerdo. en el olimpo y en nuestro diario vivir.”

Es decir, de la poesía se hacen filas y filas para que pase inadvertida y que sea “eso que con o sin ella, el mundo sigue siendo exactamente el mismo”, aunque no para mí... y eso... me vale. Sólo ilustro aquí dos extremos

¿Qué era y cómo era en poesía Mario Rivero? Sólo puede hablar del poeta su poesía. Unas muestras de distintas épocas



POESIA


Pájaro que desciende
de la cumbre
nos asombra
y nos llena de silencio
Lo que se escucha
es sólo el temblor
el necesario escalofrío
de la rama a que llega...




UN HABITANTE


Este hombre no
tiene nada que hacer
sabe decir pocas palabras
lleva en sus ojos colinas
y siestas en la hierba
Va hacia algún lugar
con un paquete bajo el brazo
en busca de alguien que le diga
"entre usted"
después de haber
bebido el polvo
y el pito largo de los trenes
después de haber mirado en los periódicos
la lista de empleos
No desea más que donde descansar
uno-por-uno-sus-poros
Hay tanta soledad a bordo de un hombre
cuando palpa sus bolsillos
o cuenta los pollos asados en los escaparates
o en la calle los caballitos
que fabrica la lluvia feliz
Y dentro en la tibieza
las bocas sonríen a la medianoche
algunas se besan y atesoran
deseos otros mastican chicles y juegan con sus llaves
crecen los bosques de ídolos
y el cazador cobra su mejor pieza




SEÑOR K

Franz Kafka
novelista checo
vendedor de seguros de vida
-Compañía de Accidentes de Trabajo
del Reino de Bohemia-
al cruzar los pasillos
de una notaría
y ver legajos empolvados
pensé en usted
Sentí que los días trabajan
discreta y taciturnamente
sobre nosotros
imaginé un espejo
y vi una arruga en mi frente
y una mosca
en la nariz del notario




Cosas que pasan


Este hombre y esa mujer se conocieron cierto día
Sin duda el hombre sonrió a la mujer
sin duda le trajo flores
sin duda llegó a conocer su olor entre mil
y hasta olfatear su ropa interior
su brassière sus pantalones
tirados sobre la cama

Años después ella pasa con un gordo contoneo
envuelta en pieles emplumadas
Su perfume es el mismo barato y dulce
lo mismo ondula su grupa de sanguijuela encantadora
tiene en cambio los ojos turbios
como dos cuentas desteñidas de porcelana

Él parece un hombre serio y sobrio
con su cuentica
en el Banco y su "curriculumvitae"
no hay duda de que ha sabido ubicarse
bien en el proceso
la mira la examina de una manera abstracta
como si examinara
una cosa vieja oxidada
a la brillante luz del sol
Parpadeando estúpidamente desde un lapso de olvido
y sombra y grasa...
Tiresias ciego adivino de mamas arrugadas
Todos somos él-o algo parecido al menos-







MARIO RIVERO (Envigado, Antioquia, 1935).



Antes de dedicarse a escribir y de que su obra lo consagrara como uno de los más importantes poetas de las últimas generaciones del siglo en Colombia, probó muchas cosas y tuvo múltiples experiencias: voluntario en la guerra de Corea, cantante de tangos, actor de teatro, vendedor de libros y de arte; vivió su juventud en constante movimiento, deambulando por Centro y Suramérica, con incursiones a Europa, en calidad de expositor y guía de seminarios y excursiones artísticas. Contertulio de los cafés de intelectuales y artistas bogotanos, especialmente de El Automático, allí perfiló su definitivo destino poético, al lado de los "cuadernicolas" y sumándose a la naciente corriente de poesía urbana, que él llegó a imponer representativamente. Director y fundador en 1972 de la revista Golpe de Dados (según la Historia de la Poesía Colombiana publicada por la Casa de Poesía Silva en 1991, dio nombre a la generación de sus contemporáneos). Crítico permanente de artes plásticas, en revistas y periódicos.

Su obra ha merecido numerosas e importantes distinciones, entre ellas: Premio Nacional de Poesía "Eduardo Cote Lamus" en 1972, mención internacional en La Habana, en 1973, por su libro Y vivo todavía. Condecoración en el Festival de Proartes en 1983. El grupo Ulrika de Bogotá le rindió homenaje en 1993. Premio Nacional de Poesía "José Asunción Silva" en 2001.


Libros: Poemas urbanos (1966); Noticiario 67 (1967); Y vivo todavía (1972); Baladas sobre ciertas cosas que no se deben nombrar (1973); Baladas -antología- (1980); Los poemas del invierno (1984); Mis asuntos (1986); Vuelvo a las calles (1989); Del amor y su huella (1992); Mis asuntos -antología- (1995); Los poemas de invierno (1996). Porque soy un poeta -entrevista- (2000) y Balada de la gran señora (2004)




Noticias


jueves, febrero 19, 2009

A Leida, la mariposa



Y LLEGÓ A MIS MANOS

Y llegó a mis manos un extraño poema que me gustó
mucho. Una Mariposa Nocturna de Leida J. Santiago, quien generaba sus letras –en castellano- como islas de vocablos extraños pero sentidos desde su isla con mirada norte. Había sorpresa en mis ojos, había alegría de coincidencias en mis manos. No podía creer que aquello estuviera ocurriendo. Había cierto “deja vú” en ello. Casi creía que yo mismo había escrito esa mariposa nocturna, a pesar de los “errores” gramaticales que el texto me exhibía. Una de las personas cercanas a mí, quien a veces de primera mano lee mis poemas a medida que alocadamente y en condiciones extrañas van naciendo, sería mi solución: le solicité que leyera esa Mariposa. Sus ojos estaban con una luz extraña, tal vez interpretando yo que era la misma que le aparece cuando lee algún poema bello. Al llegar al final de la Mariposa, donde aparecía el nombre del autor, su semblante cambió y sólo acató a decir: “¡Creí todo el tiempo que era tuyo!” y añadió “¡Está hermoso! ¿Quién es ella?”, y yo le respondí con una mirada gozosa y de duda resuelta: “¡No lo sé, llegó a mis manos por casualidad!”. Agregué: “Quería probar si sólo a mí se me parecía a algo mío, tengo una enorme identificación con ese poema”.

Luego entonces, me dediqué a leer más sobre Leida. Que
tenía sus letras salvajes supe. Que era portorriqueña, de Peñuelas. Que había estudiado para eso, para escribir, que lo había hecho por muchos años y que ante mis ojos estaba uno de sus triunfos. En su página web confiesa algunas de sus derivas para llegar a ser la creadora de esa Mariposa, y que ya es poeta después de intentar cine y periodismo. ¡Todo ello tras un poema! Todo ello tras una voz que me gustó, quizás porque esa mariposa me hubiera gustado escribirla a mí, repito. Sus metáforas hermosas, casi me hubiera gustado que fueran mías, que yo fuera capaz de llegar a creaciones similares. Ella las publicó primero y con ello, una parte muy profunda de mí se afianzó en la revelación de que las mías bien valía la pena publicarlas. Esa es mi ganancia, ese es mi triunfo y mi alegría de todo este encuentro con Leida y con los milagros y conjuros que logra la poesía a través de los tiempos y superando la física de la distancia. No quiero finalizar sin antes dejar constancia de que la lectura de lo que de ella encontré en la web, me causa una enorme admiración.

febrero 16 de 2009 – 8:10 p.m. Francisco Pinzón Bedoya



He aquí el culpable


MARIPOSA NOCTURNA

Mi ser y tu ser

no fue tejido de la misma forma

ni la misma fibra

Sin embargo,

estamos en un mismo espacio

tú en mi entorno

yo en el tuyo.


Juegas con mi ánimo

antes y después
sin descanso.
Ya rendida, callada
en el último rincón de mi terraza

vuelas incansable,
obsesionada alada mariposa,

desvelada.


¿De qué está hecha tu alma?

Sé que tienes.

¿Será esa pequeña y débil luz

que apenas brilla en la penumbra?
¿De qué están hechas tus alas?

...tan finas,
mina que precede a la seda.
No puedo precisar tu olor.


En este vuelo

entre la noche
la nada y la madrugada

solo se definen fantasmas
y algunos recuerdos.


He aquí una mirada a "la culpable"


Leida J. Santiago Rodríguez


Soy natural del pueblo de Peñuelas, Puerto Rico. Estudié literatura comparada e idiomas en la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras. Luego, en busca del movimiento y la imagen del séptimo arte, me fui a Nueva York. Allí estudié teoría y estética del cine en Hunter College; y de ahí me trasladé a Jersey City State College para hacer el programa completo en Media Studies. Volví con un diploma más solitaria que nunca, abandoné la producción de cine y aquí empezó otra vez la expresión cálida caribeña, cultural puertorriqueña. Ya no estaba sola y trabajé con una gente divina haciendo televisión desde fines de los 80 hasta el 95. En el 95 comienza un cambio rotundo, bajas en la familia, otras perspectivas, sacudidas, pérdidas, extravíos y soledades. El gran familión se reduce, quedamos unos pocos y machucados con las pérdidas. Poco a poco se va aclarando el mapa, se empieza a manifestar la luz, bien poco a poco. Y aquí estamos. Publiqué entrevistas realizadas a personas del calibre de la maestra pintora Marta Pérez Morales, a los trovadores Luz Celenia Tirado y Joaquín Mouliert, a la catedrática Mercedes López Baralt, al poeta Félix Franco Oppenheimer, a la escritora de cuentos para niños Isabel Freire de Matos, entre otros, durante el tiempo que colaboré con la Revista Cultura del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Realicé entrevistas a la poeta Loreina Santos Silva y al maestro pintor Julio Rosado del Valle, aún sin publicar. Publiqué en el 1995 mi primer poemario Las cosas, premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña. Tengo varios libros sin publicar, entre ellos de poesía Trial Relations, Exodos, Comunicaciones imaginarias, Parábolas de casa y del Sur, Transiciones y el libro de cuentos Piel de manzana. Los poemas que figuran aquí proceden de Trial Relations

email: leidasantiago@hotmail.com

P.D.: No conozco a Leida y sólo me llenó su poema, y todo lo que sobre ella y de ella hay aquí es tomado de Internet.

lunes, noviembre 10, 2008

José Hierro y la poesía




Este poeta español, José Hierro (1922-2002), dejó dicho, en prólogos y en múltiples entrevistas, todo lo que se puede decir de su poesía, de la poesía[5]:


"Se escribe cuando no está la vida en el poeta... Escribir un poema de algo que hemos vivido es dar sentido a un instante nuestro, y esto es una manera de profundizar en la vida. El lector se enriquece a costa de una vida que el poeta no vive cuando dedica esos momentos a la poesía."


Las palabras más apropiadas para el poema elegido:


"No sé hasta qué punto puede encajar mi poesía entre las sociales químicamente puras. Probablemente parezca demasiado intimista para ser llamada social. Pero también es verdad lo contrario: que más de una vez se me ha dicho que era demasiado social para ser intimista. Lo cierto es que no me he propuesto, a priori, hacer éste o aquel tipo de poesía: salió lo que salió, muchas veces algo totalmente distinto de lo que pretendía. La verdad es que me
preocupa poco la cuestión de su encasillamiento, poco la licitud o ilicitud, modernidad o vejez del asunto tratado. La honestidad de mi poesía -no su valor- reside en el hecho de que he escrito siempre para mí. Pero ¡cuidado!, que escribir para uno mismo no significa escribir para que los demás no le entiendan, como ciertos fareros de las torres de marfil. El poeta tampoco puede escribir sólo para que le entiendan los demás: escribe para entenderse a sí mismo, que es la única manera de que puedan entenderlo los otros, ya que somos una porción de esos otros. De la misma manera que se acepta que sólo es universal y eterno el que es local y muy de su tiempo, ha de aceptarse que sólo puede hablarse a los demás cuando se habla para uno mismo. Pero antes hay que haber vivido entre los demás. De ellos procedemos y a ellos fatalmente hemos de volver a través de la poesía, que es lo más noble que el ser humano puede ofrecer a los demás."

La poesía es lo más noble que el ser humano puede ofrecer a los demás.
La poesía es lo más noble que el ser humano puede ofrecer a los demás.
La poesía es lo más noble q
ue el ser humano puede ofrecer a los demás...

Algunos apuntes tomados de [5] http://www.um.es/tonosdigital/znum5/relecturas/tonos5.htm

domingo, noviembre 09, 2008

Cómo acercarse a la poesía


Una escritora mexicana llegó a mi vida desde un libro con el que me tropecé, literalmente así fue, en la biblioteca de la universidad para la que laboro en mis escapadas hacia el mundo de la academia en una cátedra para jóvenes, de donde resulto tan joven como ellos, llamado "Cómo acercarse a la poesía" cuyo título hizo navegar mi yo y querer libar de otros algo que en mí pasa a diario, con excepciones.

En el libro, Ethel Krauze ofrece su valiosísimo y único testimonio de cómo llegó a ser una de las escritoras jóvenes más promisorias de México y de Latinoamérica, y además en su parte final se dedicó a entrevistar a personalidades de las letras con quienes tenía relación, y "sacarles" sus propias experiencias de cómo se acercaron a la poesía.

Es un libro agradable, con espacios en los que se puede uno confundir con las costumbres, comunes por demás, de la autora en su camino a ser eso: escritora. Pero lo que más deja ese libro no es realmente, para mí, los pasos o las formas insondables con que ella se imbuyó en las letras de muchos, sino que allí se me aparece la redención a la lectura más que a la escritura de poemas, desde su testimonio.

He visto en ese libro desfilar cómo el efecto de los poemas van moldeando de una manera única y personal al lector, en función de su unicidad, queriendo con ello decir que para cad
a persona los mismos poemas en ese mismo orden (caso hipotéticamente extraño) harían un efecto absolutamente distinto aun partiendo del supuesto de que esas dos personas (más extraño aun) tengan el mismo nivel de sensibilidad por la poesía.

Me sabe entonces a identificación este libro, y se los recomiendo pues no es un tratado ni mucho menos, es una vivencia hermosamente escrita. Entendí además, coincidiendo con muchos puntos de los entrevistados ya mencionados, que entre otros efectos, el escribir poesía genera en nosotros una liberación absolutamente necesaria para tener una visión muy distinta del mundo si no la tuviéramos a ella.

Ethel Krauze. Nació en la ciudad de México en 1954. Poeta, ensayista y narradora.

Estudió lengua y literatura hispánicas en la UNAM. Ha sido profesora en la Sociedad General de Escritores Mexicanos (SOGEM) y conductora del programa de televisión "Cara al Futuro", del Canal 11. Ha colaborado en varias revistas y periódicos mexicanos. Profesora universitaria y coordinadora de diversos talleres literarios, es autora de más de quince libros, entre los cuales están “Cómo acercarse a la poesía”, “Amoreto” y “El secreto de la infidelidad”.





Tomado de “AMIGOS DE LA POESÍA - ENTREGA Nº 45: UNA MÁS SIN MOTIVO ESPECÍFICO” Abril 9 de 2004. Francisco Pinzón Bedoya

martes, septiembre 16, 2008

Teresa Yañez de Cuberos



Teresa Yáñez de Cuberos nació en Gramalote (Norte de Santander, Colombia) en 1929. En la presentación de su libro más reciente dice: “Penetré alucinada en el país de las palabras, buscando la voz que desde niña, mucho tiempo soterrada, era la luz que me llamaba. Porque toda la vida, con dichas y amarguras, es un salmo para el viaje que modela la voz del silencio, y en los papeles del desgaire, fueron apareciendo las palabras.” La Biblioteca Pública Piloto la acogió en su seno y ha publicado ya muchos libros que dan cuenta de su fecunda pluma: De este lado de los sueños (1992), Barco de papel (1997) y Plegaria de agua (2007). Aún asiste a los talleres de escritura de la Universidad de Antioquia y es activa en su escritura.

Tiene hermosos trozos de sabiduría belleza y “madurez de niña” como se podría calificar su poesía, una que escribió ya en edad adulta, una que tal vez estaba guardada –como ella misma lo dice- para salir cuando era menester hacerlo. “La flor viaja hasta donde llega su aroma, pero más allá va la memoria que es un poco repetir la vida del poema VIDA de Teresa en su más reciente libro “ÁNFORA DE BARRO” (2008 – Editorial El Tambor Arlequín, Medellín, Colombia)


Para ello, un ejemplo, sólo con el fin de que disfruten de algunos de sus poemas hermosos:


El poeta y la luna


Se oculta la luna.
El poeta loco dice que él la asesinó, grita y llora.

Lava el puñal en la fuente del parque
que se tiñe de rojo


El marino y el caracol


Un marino ciego recorre en forma táctil un caracol. Lo huelle, buscando restos de antiguos aromas y yodos. Lo lleva al oído y, al eco de lejano fragor, un desbande de palabras amorosas unta miel en su boca y dientes, como si saboreara una fruta madura.


Trueque

El poeta pobre, cargado de tiempo, va a la panadería. Cuando quiere sacar del bolsillo el dinero, sólo encuentra arrugados poemas. Afanoso, busca en el bolsillo izquierdo el billetico de mil.

Aun en sus más truculentas elucubraciones, jamás ha creído que el panadero acepte el trueque: racimos de palabras por pan.


La ciudad de los libros

Voy por las calles y las esquinas de la ciudad de los libros, perdida en sus recovecos, refugiada en las bancas de los parques, en la resolana anterior al crepúsculo. En las risas y voces de los niños, en los sonidos de los animales, en el comadreo de los pájaros, en el rumor del viento que arrastra de la cabellera las cosas leves y en el dulce sonido de los besos de papel...
Hay brasas de incendio y crepitaciones que no sé dónde se originan en las noches estrelladas que pueden nacer al este de la luna o al norte de la Osa mayor.
En la ciudad de los libros expío sus plazas y catedrales, museos, puentes y ríos, guiada por seres pequeñitos que, en le más bello de los idiomas, toman nombres de la A a la Z.
Navego mares y ríos en blancos barquillos, botes, bajeles y bergantines con piratas y pulcros capitanes, perpetuamente atónita ante la maravilla ¡de ser polvo de estrellas e hijos de Dios!
A veces hay tanto humor y gracia en una página que río y celebro como si, borracha, bailara con mi sombra.

viernes, septiembre 05, 2008

A UNO DE NUESTROS NADAÍSTAS



JAIME JARAMILLO ESCOBAR

EL CUERPO
"¡Qué farsa!"
J. P. SARTRE


He aquí, de esto se habla.
El cuerpo nos goza y lo sufrimos.
Lujo de la naturaleza, pagamos por él nuestra alma.
Esclavo de los dioses, el hombre es un ser aterrado
y sólo en el usufructo de su cuerpo deposita su aspiranza.
Su cabeza añadida luce su coloquio como un pavo real,
y sentado en un tapete de luna su lengua salta delante de si como una serpiente encantada.
Orgullo del alma, el cuerpo es regocijo y alimento,
y baila ante los dioses como el árbol frente a la tormenta.
El cuerpo toca otro cuerpo y no percibe sino otredad.
"Rosa", decimos, y la rosa es un mito del alma, porque la carne del cuerpo no se reconoce sino a sí misma.
El cuerpo, Devorador, todo hecho para devorar,
el alma de este cuerpo no puede ser sino también devoradora.
Somos como un surtidor, con nuestros brazos que se agitan y nuestra boca llena de agua.
Tenemos lo que tiene la nube, he aquí esta adivinanza, por
[eso la tierra nos absorbe.
Rebelión de la materia, el cuerpo se avolcana, se incendia, impone hermosura,
y no queremos ser sólo cuerpo;
pero yo aconsejo: hazte amigo del sepulturero.


Breve biografía

Pueblo Rico 1932 (Antioquia, Colombia), poeta del grupo Nadaísta. Fue ganador del Concurso de Poesía en Bogotá en 1967, del Premio Nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia en 1983 y el Premio Eduardo Cote Lamus en 1983.

Obras publicadas: Extracto de poesía (1982); Poemas de tierra caliente (1985); Los poemas de la ofensa (1968, 1991); Sombrero de ahogado (1991); Método fácil y rápido para ser poeta (1995)



Jaime Jaramillo Escobar vivió su infancia y juventud en varios pueblos antioqueños, especialmente en Altamira y Andes, donde fue compañero de Gonzalo Arango. Cuando, en 1958, su antiguo condiscípulo de colegio encendió los primeros fuegos del NADAÍSMO en Medellín, Jaramillo Escobar, decidió sumarse al movimiento, encubriendo su verdadero nombre bajo el seudónimo X-504: «La X es también para preguntar quién soy. Es una interrogación. El desconocido que te interroga. El que pasa por tus manos sin darse a conocer y se va después de haberte dado todo, menos su nombre. Soy el nombre falso de la verdad [...] X-504, número de presidiario [... J X-504 existe para que Jaime Jaramillo Escobar pueda vivir libremente, sin el peso de la literatura y de la admiración», explica Jaramillo Escobar.

De una entrevista suya reciente, en le REVISTA ARCADIA:

¿Escribir poesía es un oficio maldito?
Ni es oficio ni es maldito. En la poesía se encuentra una forma de expresión que puede ser feliz. Como en la música y las demás artes.

¿Le habría gustado “una tiendita de tabaco”, como a Pound, o contrabandear armas como a Rimbaud?
No. Escribir resulta de mayor interés. Las armas se han desarrollado hasta convertirse en un verdadero demonio. Y el poeta que tiene tienda es Darío Jaramillo Agudelo.

¿Su poesía tiene propósito?
Sí. El propósito del Nadaísmo, que está cumpliendo 50 años: cambiar la poesía colombiana, que resiste tercamente con sus lectores: romanticones, sentimentales, aferrados a las rimas y tradiciones. La mentalidad de los pueblos evoluciona muy lentamente, y una guerra de 50 años desculturiza cualquier sociedad.

¿Qué quiso decir cuando dijo que a un poeta de más de 70 años no le queda más camino que echar por el atajo de las vanguardias?
Quise resaltar lo conservadores y dogmáticos que son los jóvenes en general, apegados ciegamente a lo que les enseñaron en sus primeros estudios. Solo quienes tienen experiencia pueden impulsar cambios. Los jóvenes que se dicen rebeldes y revolucionarios son lo más retrógrado que conozco. Todos terminan empujando un cochecito con bebé, brillando un auto, cotizando para el seguro de vejez y solicitando visa para los Estados Unidos.


Tengo ganas

      TENGO GANAS   ... de tiempo en que sea yo uno más en el delirio que aspiro de viento de cometa para vibrar esos colorine...