jueves, junio 29, 2023

Tres expresos de piel de varios tiempos


  

 

TRES EXPRESOS DE PIEL DE VARIOS TIEMPOS

 

I

 

Esa piel de rumores juega entre mis dedos

y me pregunta el color de tus gemidos

y yo sólo sé decirle que deben ser como el mar

así... de oleajes y caracoles enredados en voces de dos

 

II

 

Tal vez en alguna parte de ti estoy sin que lo sepas

sin que en ello haya algo que te dicte la razón

auscultando una a una esas gotas que resbalan

de tu ducha cuando me sabes tener muy... muy cerca

 

III

 

Te he tenido en toda la mitad de mí, esa que no se desaparece aunque tú lo hagas

Te he visto paseando por mi dermis y por mis letras como esa dueña de algunas

Te he puesto trampas en tu camino a ver si de pronto... te quedas

Te he llamado desde mis sones y tambores que se acuerdan de ti como yo

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

2016

 

 

 



lunes, junio 26, 2023

Regalo


 

 

 

REGALO

 

No basta con que dejes rodar mis gotas

ellas deben alcanzar su objetivo

no vaya a ser que se pierdan

como tantas otras

en el más mínimo aguacero

 

Para que sean... deben ser recibidas

en el cálido afecto de alguna sonata

con su cariz de elixir de dioses

puestos al servicio del amor

y en el ritmo apropiado

 

Las duchas... se le parecen

y es un artilugio merecido a veces

pero... debes dejarte probar

para ganarlas

 

Francisco Pinzón Bedoya

2018

 

 

miércoles, junio 21, 2023

Lunes festivo en El Salado


  

 

LUNES FESTIVO EN EL SALADO

 

Traen listas las carpas de acampar y todos los aditamentos para instalarlas.  Vienen con bastimento y bártulos para lo que van a cocinar.  Hay extremos: viejos, mascotas y niños.  Por la forma en que se presentan desde lejos no distingo cuál es cuál.  Esa niña de trenzas, carisucia de ojos verdes, toma su tetero que se debió haber caído en ese camino polvoso unas tres veces.  La abuela rezonga de manera ininteligible, de la mano de un señor con resaca que no percibe ni los tropiezos ni el sudor que recorre su rostro.  El perro hurga los botes de basura y los desparrama sin que haya alguien que lo controle.  En el intermedio, unos adolescentes llevan su música y sus tatuajes.  Este grupo ha llegado tarde porque ya casi todos los buenos sitios están ocupados por otras tantas familias que ya tienen hollín en la cara y en las manos. Tal vez por eso es que parece que divagaran y no que buscaran dónde hacerse.  Una bola de caucho de números sale disparada de la otra orilla y le da en la cara a un niño que cae de bruces contra una piedra.  Dos adultos a cada lado de la quebrada La Ayurá se dicen cualquier cantidad de improperios, mientras las señoras tratan de calmarlos, pues ya se oyen amenazas y el aire grita: ¡Peligro!  Se ve algún humo que no proviene de las hornillas del sancocho sino de unos jóvenes que usan a natura para elevarse por sobre todos los humanos que estamos alrededor, con sus dosis de “cilantro salvaje” como les oí llamarlo. El sol es inclemente, se ven pieles rojas que esperarán a la noche su dosis de sábila, y algunos ojos hinchados llenos de lágrimas.

 

Me sobresalta el hecho de que en escribir esto me he demorado más de cinco veces el tiempo que tardaron en pasar y en perderse de vista, en oír la algarabía de la casi reyerta, en compadecerme de los extremos y en ver tanto descontrol ante el sol, sin embargo, refuerzo detalles en los siguientes que aparecen como calcados, sólo que allí va un señor más borracho y repartiendo aguardiente a varios amigotes que no respetan a los demás transeúntes con su música de cantina a todo volumen, que salta desde un pequeño parlante que cuelga del morral sucio de uno de ellos.

 

¿Qué esperaba yo al venir? me pregunto.  No pude haber tomado una peor decisión para escribir sobre la naturaleza y los parques ecológicos.  Ahora, ¿qué le entregaré a la profe cuando me pregunte sobre la tarea de la fauna y la flora de esta parte de Envigado? ¿O será que esta es la nueva fauna y esa que se estaban fumando la nueva flora? No lo sé ya, pues algo de ese humo azulado me hace reír y escribir pendejadas.

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

marzo 22 de 2018

 

 



martes, junio 20, 2023

Ese anhelo lejano





ESE ANHELO LEJANO


Tomas en tu mano la llave del sueño

te extravías por los pasadizos de insomnia

una puerta cerrada es sospechosa de algo


Te falta hallar la cerradura que abra

ese deslinde de la vida y el descanso

para no dejar que tu estancia sea prestada


Tu pleamar / tu retiro / tu recogimiento

es incompleto / tientas a duendes azules

a elfos milenarios / a diablos que te absorbieron


¿Cómo sosegarte es la cuestión? 

¿Cómo dejara atrás / sin guardados / los postigos?

Y que no haya luz sino ese lado del silencio inmusicable

¿Será mucho lo que pides? 


Crees que sólo estás luchando por ser común

pero tus múltiples defectos se amotinan

y aparecen juntos en tu propia trastienda


Quizás debes elevar anclas

vaciar tu equipaje y permitirte ser


Es posible que te nazcan alas

Sólo depende de ti


Francisco Pinzón Bedoya


 




viernes, junio 16, 2023

¿Conciencia?


  

 

¿CONCIENCIA? Leyendo a Llinás

 

“Todos nosotros estamos sentenciados al confinamiento solitario dentro de nuestra piel, de por vida” Frase en una calle principal de un pueblo de Iowa (Tomado del libro “Rodolfo Llinás – La pregunta difícil” de Pablo Correa), Es una frase de Tenesse Williams en “Orfeo Creciente”, como queriéndonos decir lo mismo que dice la canción de Julio Iglesias “Así nacemos”: “Amarrados a un cuerpo...”, “como llenando de vida esta ‘carne’ que nos contiene...” de ALTERED CARBON, Serie de NETFLIX.

 

A pesar de todo lo avanzados que nos creemos como raza humana, en tecnología aún estamos lejos de saber ¿cómo funciona el cerebro? y toda otra serie de preguntas más complejas a las que se buscan respuestas: ¿Cómo, dónde y por qué tenemos la conciencia? ¿Cuál es el papel exacto de las diferentes “partes” del cerebro, si es que éste se puede porcionar? Tanto que, sin solución, este acertijo nos hace ver ridículos ante quien nos creó. (En medio de la lectura del libro antes mencionado)

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

Febrero 13 de 2018

 

 



lunes, junio 05, 2023

¡Ay! Amor ya no me quieras tanto

 

 

¡AY! AMOR YA NO ME QUIERAS TANTO

 

Escucho los boleros que tanto le gustaban a mi padre, en esas voces melodiosas de Los Panchos y de un Lucho Gatica, o el sonoro y tórrido tono único y anónimo de Noche Los Tres, y mi añoranza ilimitada por el tiempo navega por entre parrandas que no fueron mías y por romances que soñaron mis viejos.  Evoco esas noches en que la radiola Hi-Fi de Ratefon con sus dieciséis parlantes, su sonido “orgullosamente estéreo” como él decía, retumbaba en la sala, haciendo gala de sus 3.60 metros de grande, de su brillo color madera y de su “V” que hoy me parece como si desde allí gritara una victoria sobre un algo que era tal vez la vida que mi padre invertía en sus amigos, su tejo, su whiskey y su familia.

 

De la cocina salía el olor del bocado de turno y me parece estar viendo a mi madre caracolear, cantar y bailar amando aquellas guitarras, voces y requintos, aunque creo que mexicanos nunca los tuvimos como tales sino como más propios que los nuestros.  Era el tiempo aquel en que el terlenka, la gomina y el charol bailaban desde la sala y el nylon brillaba en las ropas de los presentes, sin consideraciones de esa temperatura que hacía acuosa mi espalda y mi camisa.

 

Tal vez mis ojos escondidos para ver tras los cristales de mis gafas de carey que aún no entendían del jolgorio pasajero, pero hoy ese acetato viejo con su sonido de fondo, como de serrucho sobre el madero, me dice a mis años que estoy tan cerca de mí y mis raíces como lo está este ron que baja lenta y agradablemente por mi garganta tratando de espantar éstas mis lágrimas de indómita nostalgia.

 

Francisco Pinzón Bedoya ©

2005

 

 

 




jueves, junio 01, 2023

Celo y más


  

 

CELO Y MÁS

 

Vuelve la voz a perturbar mi paz.  Trae un corpiño escotado deja ver su feminidad.  Evade mi mirada que no puede evitarla.  Adorna la escena una sonrisa de dientes blancos pulcros y unos labios llenos de un brillo que a mí se me antoja de humedad y de otros poderes non-sanctos.  Sus tonos no llegan sólo a mis oídos, su canto se va escondido a mi piel, quien la recibe con un agrado que no he dado permiso, pero eso no lo detiene.  Nunca me había sentido visto como un postre exquisito, esto genera una compinchería automática.  Sonrío porque es descubrir en piel propia que los hombres y las mujeres nos parecemos más de lo que nosotros mismos creemos, sólo nos diferencia la oportunidad y la forma de expresar nuestros agrados, gustos y atracciones.

 

El ego, el amor propio, el ser sin escondidos que llevo coqueto desde siempre se siente halagado, máxime cuando hay varias miradas masculinas que repasan aquella silueta sin miramientos ni penas, sólo descaro y el consabido machismo.  Lo noto, pero a ella le resbala. Debe estar acostumbrada a este tipo de ambiente de miradas, siseos y morbo, que sólo dejan muy mal parado al género y también se gana todos los epítetos conocidos de las feministas.  Es notorio que en el encuentro de mutua coquetería, ella se sienta como pez en el agua o como cazador parapetado tras un gran rifle de mira telescópica.  La electricidad estática resalta en el roce, con el condimento de las risas y las miradas, unas llenas de mensajes sutiles y otras de claras insinuaciones sin escondites.  En esta burbuja no corre el tiempo, no existen los demás, no se consideran ni reglas ni restricciones sociales, sólo dos corrientes de atracción libres y en franca lozanía.

 

Francisco Pinzón Bedoya

Abril 26 de 2018

 

 



Trasiego (Nonatos)

      TRASIEGO (NONATOS)   Pasan sin dueño los deseos en un tiempo en que la desnudez se refleja mansa en el espejo de la noche que empieza ...