PLANCHA Y TAJADAS
Juan Boliche y los americanos y mi
viejo
van paseándose por mi vereda
de historias elocuentes de corcheas
y fusas y negras y blancas
que saltan como mi niñez de
carabuelos
Nunca, nunca vida mía pienses eso
que el amor desesperado con voz
sureña
es del corazón como un gitano
porque saltan la verja y no
atienden postigos
porque atienden festivales de la
canción
y amigos que siendo ... ya murieron
El cacharrito y los detalles de
Lady Laura
se levantan desde el fondo de la
plancha
arrasan conmigo en ese gong de la
batería
y los ojos se me llenan de
nostalgias
en medio de una voz que se repite
durante los últimos cincuenta años
Tantos Camilos / Lorenzos / Emilios
y Josés
que explayan su voz desde la
tristura y la playa
o en cisnes de cuello negro y
emociones
que con Jero pasan más allá de la
poesía hecha canción...
se adormilan en mi historia mil
tiempos repetida
y lucen mis más hermosas sonrisas
Bulle la ostentación de los años
que dejan huellas
en este romanticismo que nunca
cosificó a la pareja
que se dedicó a veces a llevar
cartas y flores
y serenatas que enjugaban las
lágrimas de emoción
de las ventanas y los balcones con
guitarras y alcohol
Voy con esas huellas y esos
horizontes
riéndole al vivir que mira cómo se
arremolinan
las voces musicales de muchos años
atrás
en un coro de muchos ya idos y
otros...
que apenas respiran... conmigo
Francisco Pinzón Bedoya
©
2017
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