llena de ilusos samarios que viven de la brisa, el barullo, la cachorreta, el jurel, la cojinoa y la lisa (ya casi inexistentes)...
llena de mucha gente sin arraigo ni alma que trastrocan una cultura que se esconde en las casas tradicionales...
llena de ron, dominó, tambora y locura...
llena de calor humano que sobra en las esquinas abarrotadas de pobreza...
llena de desigualdades e ineficiencias que se alimentan del circo que ven pasar y quedarse...
llena de contaminación de polvillo de carbón en la bahía de Pozos Colorados que nadie parece ver...
llena de los quebrantos de mi madre ...
llena de idílicos parajes donde el tiempo parece que no transcurre o se mueve en otros contextos más allá de los conocidos...
llena de mi nostalgia y de mis recuerdos...
llena de estas ganas de volver queriendo quitarme el sentimiento de turista que me invade cuando voy..
En fin... gracias Santa Marta por albergarme
Allí también se pasean los suspiros y los arreboles alrededor del cuaderno...
TATATD
esta poesía es amor con tierra, y eso me gusta.
ResponderBorraracepta a este nuevo inquilino don pinzón. que navego por internet y las olas me dejaron llegar hasta aquí.
saludos
hannibal