Desde muy reciente en mi vida de poeta quise saber qué significaba en las poesías de otros los epígrafes. Buscando alguna explicación de quienes saben de esto encontré: “Una definición sencilla del epígrafe puede ser la siguiente: es una cita de autor que suele aparecer después de la dedicatoria, en las obras donde ésta figura, generalmente acompañada del nombre del autor y/o de la obra de la que está sacada. Sobre sus funciones, Fabrice Parisot afirma lo siguiente: "
Pré-posée ou proposée aux abords du texte, elle est un élément paratextuel fondamental chargé d'intentions dont la seule présence vise à une stratégie destinée à orienter sur le sens, sur le message narratif instillé, distillé tout au long du récit."
[30] (Lejos de ser, pues, una práctica inocente, el epígrafe viene a ser parte de una estrategia intencionada de inscripción del texto dentro de un ámbito de pensamiento o una línea de producción ideológica o estética. Por medio de ella, el autor inscribe su producción dentro de una corriente determinada o la entronca con la de un autor en particular, o varios autores con quienes su obra tiene afinidades o conexiones.)”
Dr. Saïd SABIA (Extraído de: http://www.ucm.es/info/especulo/numero31/paratext.html)
Y sin saberlo, creo que mis epígrafes van encaminados en esa dirección. En esas ocasiones en que la lectura de algún bardo, con sus versos específicos me dieron ese destello para sacar lo que adentro quería decir y no sabía cómo ni por qué, he puesto la parte, algunas veces de un verso, como epígrafe de mis poemas.
Esta vez comparto uno de mis últimos poemas, uno que nació después de haber leído un gran rato sobre la obra de ese poeta nicaragüense grande, organizador de un festival en su pueblo natal, de renombre internacional, de reciente presencia en Medellín: Francisco de Asís Fernández.
Pretendo ilustrar esta entrega con algunas creaciones recientes de mis imágenes, producto de mi autodidacta costumbre de hacer grafismos, esquemas, tal vez arte como un lector favorablemente las llamó, a partir de colores en fotos tomadas de la red, y últimamente, de las que mi cámara me regala.
CONFIESO
“Siempre pensé que tenía más tiempo”
Francisco de Asís Fernández
Con el sencillo gesto de decir
vengo a confesarte algo:
Lo que los demonios dejan en mí
después de andar mi piel a trompicones.
Todo florece y es sol en simultánea
cuando disipo y me fugo del reino
donde aspiro, libo, degluto y dormito.
Desprendo mi alma de ese cuerpo sediento
y me salen dedos y folios y escamas,
y entre volutas marineras
se enciende la hoguera playera de un poema.
Algunas veces abyecto y ruin,
y en otras, dulce y lamentoso como mi sangre.
Desde ese estado atemporal / como sin vida /
me he sentido rey de los tiempos,
mago de hadas libertarias en palabras,
pequeño espécimen dueño de versos y miradas,
que lleva inserto un mágico esplendor,
motivo de todas las tristezas.
Y entonces / te confieso / Soy gesto y dicha
lamento y novedad / velamen y estertor
que derrama poemas en tintas
… para no morir.
11/XI/2009
HEC HEI Y HMADU...
en los momentos duros y en los buenos