El
día de ayer, que no parecía lunes, la luna salió sin polución unos minutos, el
cielo antes de oscurecerse se tiñó de rojo sangre, pude tomarle una foto, y mi
corazón quedó en deuda con un poema sobre ello que no sabía qué iba a decir,
pero que sí sabía que sería uno que diría de mi encantamiento. Hoy, en medio de un ambiente antagónico con
los versos, me di la libertad de poder decirlo: a mi modo, con mis alas del
tamaño de un Cosmos íntimo y mis alianzas con un demiurgo que cree que soy
poeta, tal vez en franco desafío a un “status quo” que me ahoga en mi vuelo
lleno de milagros y estridencias.
Icé
mis velas y me dejé elevar en alza por entre el tumulto vocinglero de la
mañana. Aquí pongo en sus ojos el
resultado de este vuelo:
ESO
TAN BELLO
En las tardes instantáneas como
la de ayer
hay una pasión de sangre en la
despedida
que llama a dejar atrás lo que
esté haciendo
y levantar los ojos al cielo
para solazarme
Me siento en ese rumor de
rosadeces
como un inmenso infinitésimo
ser de luces
que absorbe el derivar de la
esfera azul
por ese dombo oscuro en que la
energía
malea mi forma incierta... sin
que lo note
¡Soy la fuerza y en esa
plenitud me reinvento!
¡Soy el resultado de tanto que
es mayor
que todo lo que creo ser... y
no soy!
Benditas las maneras en que me
sé insepulto
en esta parte inocente y
alelada del cosmos
Francisco Pinzón Bedoya ©
Esta
es la imagen del atardecer “culpable” de este texto, tomada de afán desde un
vehículo con mi celular
Hermoso como ese atardecer que es puro fuego
ResponderBorrarEse proceso que, con tanta belleza has descrito, es lo que nos mantiene vivos, lo que nos devuelve el asombro, lo que nos ubica en el centro de lo que realmente somos. Esta vez fue esa rosadez, otras el mar, y muchas veces las florerías que atrapas con tu lente y con tus ojos. Bie vale la pena detenerse, en ese instante que justifica nuestra existencia. Gracias, Francisco, por compartirlo.
ResponderBorrarMaravilloso lo q tus ojos captaron, maravilloso el lente que logro captarlo para q el resto lo apreciaramos, pero es mas maravilloso el momento que sacó de tí tan bello poema... Bibi
ResponderBorrarMirar lo que la naturaleza nos ofrece como milagro cotidiano e inspirarse de la manera que tu lo has hecho alienta, tiene su propio brillo que brota del interior, de lo hondo, sin dejar espacio libre para banalidades porque vivir para ti es sentir intensamente que vives y la felicidad de poder expresarlo. Gracias por tus letras incomparables!
ResponderBorrarLM
Una belleza con que palabras has plasmado ese maravilloso atardecer en versos, que al leerlos te acariciando el alma.
ResponderBorrarMis abrazos de flores!!
Un poema que sabe mover las fibras mas finas del alma..
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