viernes, septiembre 09, 2016

A mi Paulis en su cumpleaños





A MI PAULIS, FELIZ CUMPLEAÑOS

Hace un tiempo lleno de vida, llegó a nuestras almas un ser creado en el amor.  Tu llegada fue un soplo de esperanza, no sólo para nosotros sus padres sino para toda la familia.  Medías 42 cms y pesabas apenas 1800 gr., de pelo rojo y manos de araña.  Prematura que duraste sólo 2 días en incubadora, pero la expresión del obstetra lo sanó todo: “¡Pero tiene todos los reflejos para vivir!”, y mira si lo has hecho.  Estás hoy llena de energías, de caminos, de futuros, de estrellas, de voces, de contagios para todos aquellos que te hemos estado acompañando.

Hoy, lo confieso, con lágrimas, celebro tu cumpleaños desde el alma de un padre que te ve crecer en tus sueños como si fueran los propios, que te ve volar y mira tus alas como las que hubiera yo querido tener, con esa energía vital de la que se deprende todo.  Esas alas que aupé y llené de energía para que cumplieras todo lo que soñabas y no dejarás de soñar.  

Yo, un humano imperfecto y muchas veces equivocado, sólo quiero atestiguar que me siento orgulloso de ti, que vibro con cada voluta de aire que respiras y que te amo profundamente y sólo quiero que lo sepas.  Que como en broma hemos parafraseado a Mafalda: “¡Nos graduamos el mismo día!”. 

Corren por mi mente todas y cada una de las horas desde tu natalicio hasta los miles de días en que has llenado todo lo que somos, y sólo me cabe una enorme sonrisa.  A ti he escrito varios poemas con todas mis grafías desdibujadas a veces pero con el alma en las manos.  A ti te he dicho miles de veces que te amo de múltiples maneras y lo seguiré haciendo: Mi Paula Andrea, te amo.  Sólo quiero que sigas siendo feliz, pues después de tanto vivir concluyo que es la única obligación que tenemos para con nosotros mismos.

Podría ser muy extenso hablando de ti, pero lo sabes y lo entiendes: no lo haré.  Sólo quiero hoy que celebres con tu “familia” que allá tanto te ama, y que sigamos muy unidos y llenos de fe en el destino como hasta ahora, así haya a veces señales que nos desanimen. 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS mi pequeña!!!!!!!!!!!!!!!.

Quiero recordarte hoy con ese poema que te hice después de una lección que me diste en tus palabras, cuando tenías trece añitos y que publiqué en mi primer libro:

DÉJAME SER

                               Let it be (JL)

Déjame actuar, déjame aprender,
permíteme equivocarme y asumir
sin pretender, mi propio ser.

Déjame entender qué soy,
cómo y por qué. Y para donde voy.
Así llevaré mi propia carga.

Solo extenderé mis brazos
ya llenos de experiencia
propia, dura y no ajena.

Y con infinita gratitud
saludaré al creador
y a ti, mi libertario.

No es torpeza ni altanería
solo pido y exijo conocer, y apreciar
lo que me es dado bajo la lluvia.

(escrito el 12 de enero de 1999)

Francisco Pinzón Bedoya ©

Medellín, septiembre 9 de 2016

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