POLI-EROS
Para bordear el camino y llegar
hasta su huella
no basta con estar en ese momento
en que la luna
se tapa de nubes cuando llora sus
canciones...
sino que es misterioso acercarse
como un aventurero
a adivinar sus faldas y su piel de
muchos evangelios
Tal vez en la cara oculta de la
música sin alas
haya un compás que marque sus
propias risas de fusas
o el encuentro de voces que nunca
se oyeron...
y allí pueda yo aspirar a vivir ese
milagro de miel
que está regado de cantinelas y un
vigor de agrados
No hay una forma indecorosa de
juntarse
entre esas adivinanzas que rayan en
la locura
que deja sus rumbos en el cosmos
-por alguna razón-
para dejarse tocar por las manos
del otro... y del beso
Francisco Pinzón Bedoya
©
2016
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