“Tomo el lápiz y asalto el papel.
El claro brillo de las cosas tristes
se enciende en mí,
mientras afuera de esta terraza
hay un concierto de vientos
que no son oboes ni fagotes
sino tibias, lentas y aún farragosas ráfagas
de esos vientos alisios de la Sierra.”
Así se inician los periplos poéticos de mis pasadas vacaciones por Santa Marta, evocando todo lo que llevo en mi piel, especialmente de este 2008 que pasó.
Espero despertar pronto y tomar aire y seguir... ya que fuertes vientos me han llevado por caminos que jamás imaginé.
Fue un gran grito quien me llenó de esas esperanzas que hoy se fugan.
Se te nota contemplativo.
ResponderBorrarSigue...
Besos Francisco
Hola, Francisco...
ResponderBorrarOjalá con las ráfagas de viento lleguen hasta tu pluma las musas de la inspiración.
Cordial Saludo.
Pues esa nostalgia, esa añoranza o melancolía hace que escribas versos hermosos. Sólo posibles gracias a "El calro brillo de las cosas tristes". Un abrazo Francisco.
ResponderBorrarHola Francisco:
ResponderBorrarGracias por tus amables palabras. Eres realmente muy afable.
Me alegro mucho de que pronto edites un libro de poemas, ya me contaras la experiencia.
Creo que tu descanso en Santa Marta te ha venido muy bien, las musas se han puesto en danza y el poeta comienza con nuevos aires.
Hasta pronto.
Muchos besitos.
Simplemente viviendo el hoy el presente podrás hacerlo.
ResponderBorrarbesos