Pequeña Crónica de la Quinta sesión del Taller de Creación Literaria – Escuela de Ingeniería de Antioquia - EIA – abril 16 2008 – Envigado (Antioquia, Colombia)
La noche presagiaba buen tiempo y así fue. El Café del Búho en su quinta sesión del Taller de Creación Literaria esperaba a los participantes. Los más jóvenes de planta ya estaban allí en el Campus, los demás iban llegando como abejas al panal. La Escuela de Ingeniería de Antioquia quería albergar otra vez a aquellos “locos” mixtos que cada quince días compartían aquel sentir, algo lejano a la técnica y a la ingeniería, en aras de crear espacios para otras disciplinas y formar seres más integrales.
William Rouge (su director) llevaba consigo dos libros inspiradores: Tres poetas americanos (Whitman, Dickinson y Williams) y una antología de Octavio Paz realizada por el propio autor (El fuego de cada día), como material para ilustrar el argumento de trabajo de aquella sesión: la inefable condición de pequeñez que embarga a algunas personas frente a la grandeza, y para ello estarían su disposición “Leaves of Grass” (“Hojas de hierba”) y “Hermandad” de Paz. Todo comenzó tras la agradable camaradería que sólo demostraba el gozo de los presentes por estar allí.
La lectura con un “francés” acento rompió la espera y allí arribó Whitman con el fragmento inicial de su:
“CANTO A MI MISMO
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que me atribuyo, también quiero que os lo atribuyáis,
pues cada átomo que me pertenece también os pertenece
a vosotros.
Vago e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a placer sobre la tierra,
para contemplar una brizna de hierba estival.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre emanan de este suelo, de este aire.
He nacido aquí, de padres de cuyos padres nacieron aquí y
cuyos padres también nacieron.
A los treinta y siete años de edad, en perfecta salud,
comienzo a cantar, deseando hacerlo hasta la muerte.”
Y tras las intervenciones desde las sensaciones e interpretaciones de los participantes, se reanudó el trabajo con la lectura del ejemplo de que esa sensación de humana universalidad estaba presente en otros grandes escritores. Allí iluminó la estancia Octavio Paz. Su rastro de belleza llegó pleno, como un ramalazo de dulzura cósmica, con:
“Hermandad
Homenaje a Claudio Ptolomeo
Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.”
Pequeño pero impactante, como el anterior, su lectura se repitió porque el silencio era más elocuente que los balbuceos que este pequeño dejaba en gargantas, ojos, pieles, corazones, almas y cerebros. No era menos que esperada la alusión a asistir más asiduamente a las cantidades de letras que estos dos colosos deparaban.
Luego, una aplicación práctica en medio de ese aire sensible que se respiraba entre todos los asistentes, diez en total. Unas medias hojas se debían usar en un taller simple pero importante. Cada participante debía escribir tres preguntas por una de las caras de su papel y luego de hacerlo, la mano “barajadora” de Rouge distribuyó al azar las hojas para que cada uno contestara las preguntas que le tocaran en suerte.
Con permiso explícito de los asistentes, éstos son esos conjuntos de preguntas y respuestas, que luego de ser realizado el ejercicio fueron compartidos en voz alta por quien las escribió.
La noche presagiaba buen tiempo y así fue. El Café del Búho en su quinta sesión del Taller de Creación Literaria esperaba a los participantes. Los más jóvenes de planta ya estaban allí en el Campus, los demás iban llegando como abejas al panal. La Escuela de Ingeniería de Antioquia quería albergar otra vez a aquellos “locos” mixtos que cada quince días compartían aquel sentir, algo lejano a la técnica y a la ingeniería, en aras de crear espacios para otras disciplinas y formar seres más integrales.
William Rouge (su director) llevaba consigo dos libros inspiradores: Tres poetas americanos (Whitman, Dickinson y Williams) y una antología de Octavio Paz realizada por el propio autor (El fuego de cada día), como material para ilustrar el argumento de trabajo de aquella sesión: la inefable condición de pequeñez que embarga a algunas personas frente a la grandeza, y para ello estarían su disposición “Leaves of Grass” (“Hojas de hierba”) y “Hermandad” de Paz. Todo comenzó tras la agradable camaradería que sólo demostraba el gozo de los presentes por estar allí.
La lectura con un “francés” acento rompió la espera y allí arribó Whitman con el fragmento inicial de su:
“CANTO A MI MISMO
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que me atribuyo, también quiero que os lo atribuyáis,
pues cada átomo que me pertenece también os pertenece
a vosotros.
Vago e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a placer sobre la tierra,
para contemplar una brizna de hierba estival.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre emanan de este suelo, de este aire.
He nacido aquí, de padres de cuyos padres nacieron aquí y
cuyos padres también nacieron.
A los treinta y siete años de edad, en perfecta salud,
comienzo a cantar, deseando hacerlo hasta la muerte.”
Y tras las intervenciones desde las sensaciones e interpretaciones de los participantes, se reanudó el trabajo con la lectura del ejemplo de que esa sensación de humana universalidad estaba presente en otros grandes escritores. Allí iluminó la estancia Octavio Paz. Su rastro de belleza llegó pleno, como un ramalazo de dulzura cósmica, con:
“Hermandad
Homenaje a Claudio Ptolomeo
Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.”
Pequeño pero impactante, como el anterior, su lectura se repitió porque el silencio era más elocuente que los balbuceos que este pequeño dejaba en gargantas, ojos, pieles, corazones, almas y cerebros. No era menos que esperada la alusión a asistir más asiduamente a las cantidades de letras que estos dos colosos deparaban.
Luego, una aplicación práctica en medio de ese aire sensible que se respiraba entre todos los asistentes, diez en total. Unas medias hojas se debían usar en un taller simple pero importante. Cada participante debía escribir tres preguntas por una de las caras de su papel y luego de hacerlo, la mano “barajadora” de Rouge distribuyó al azar las hojas para que cada uno contestara las preguntas que le tocaran en suerte.
Con permiso explícito de los asistentes, éstos son esos conjuntos de preguntas y respuestas, que luego de ser realizado el ejercicio fueron compartidos en voz alta por quien las escribió.
TALLER
Pregunta (P) Andrea Guerrero Restrepo
Responde (R) Daniel Sierra A.
(P) ¿Por qué tenía que pasarme a mí si yo besé primero la luna?
(R) Porque esa era la única solución para hacer lo que hice
(P) ¿Cuántas vidas tendré que vivir para conocerte?
(R) Las necesarias, hasta que te des cuenta de cómo hacerlo
(P) ¿Cuántas lágrimas danzarán con la lluvia el día de mi muerte?
(R) La misma cantidad de veces que pensaste en ti
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) Andrea Tatiana Lemus Cote
Responde (R) César Ruiz
(P) ¿ ?
(R) ... o ¡ ¡
(P) ¿Cómo sé que es amor verdadero?
(R) De la misma forma como sabrás que no lo es
(P) ¿Sin sentir se puede amar?
(R) Sólo cuando hayas cruzado el umbral de la muerte
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) Diana Nieto B.
Responde (R) William Rouge
(P) ¿De qué manera debo dejar de sentir sentimientos que no quiero que pertenezcan a mí?
(R) De la misma forma como el sol se bebe el mar al final de la tarde. Inténtalo como si fueras una tortuga que sabe que debe regresar al mar; reencontrándose con su historia y dejando ir al miedo
(P) ¿De qué color son los ojos del corazón?
(R) El corazón tiene mil ojos y cada ojo es un sol: ojos de sol en el corazón; color sol tienen los ojos del corazón: el corazón mira y lo enciende todo.
(P) ¿Cómo hago para entender pensamientos que aún no existen?
(R) Como cuando te descalzas para tocar la arena y reencontrarte con cada grano de universo; hazlo como si te desnudaras ante la noche más líquida.
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) Daniel Sierra A.
Responde (R) Andrea Tatiana Lemus Cote
(P) ¿Cuántos muertos debo tener para poder merecer tu amor?
(R) Hasta que sólo quede YO
(P) ¿Qué tanto debo imaginar para poder igualarte?
(R) Vivir sin dejarte igualar a nadie
(P) ¿Cómo morir sin hacer derramar lágrimas?
(R) Morir sin decirle a nadie
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) Juan Esteban Villegas
Responde (R) Diana Nieto B.
(P) ¿Qué deben tener mis manos cuando las siento vacías?
(R) Algo que sientas que las puede llenar, hasta el punto en el que te sientas satisfecho
(P) ¿Cuánto tiempo más puedo observar la luna?
(R) Hasta el momento en el cual ya no la veas más hermosa o hasta que encuentres algo más bello que ella
(P) ¿Qué debo hacer al cruzarme con su mirada?
(R) Retirarla porque me sentiría intimidada o tal vez, acercarte y hablar conmigo
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) Andrés Felipe Madrigal
Responde (R) Francisco Pinzón Bedoya
(P) ¿Cuánto debo sentir para amarte?
(R) Hasta que un solo suspiro rime con su risa
(P) ¿Qué vale tu conciencia?
(R) El extremo infinitesimal
de todas las palabras
dichas en un ocaso
(P) ¿Qué es sentirse rojo?
(R) Otra tonalidad
que raramente aparece
cuando la luna te sonríe
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) William Rouge
Responde (R) Andrea Guerrero Restrepo
(P) ¿Cuándo volveré a tener hambre de noches desnudas?
(R) Cuando su piel ya no florezca con la tuya y sólo respires agua
(P) ¿Qué pregunta podría hacerle a mi primera noche en el desierto?
(R) ¿Cuándo el día podrá ser noche?
(P) ¿Cómo beber mi agua de rojo?
(R) Con una pajita de corazones rotos empieza a sorberla hasta que te desmayes
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) César Ruiz
Responde (R) Andrés Felipe Madrigal
(P) ¿Dónde termina el mar de tu amor?
(R) Donde empiece tu lluvia de sensaciones
(P) ¿Cuándo dejará de brillar el sol de tu sonrisa?
(R) Cuando lleguen tus ojos estrellados
(P) ¿Con cuántas tristezas se debilita tu corazón?
(R) Hasta que termines de contar las estrellas de tu amor
-------------------------------------------------------------------------------
Pregunta (P) Francisco Pinzón Bedoya
Responde (R) Juan Esteban Villegas
(P) ¿Cómo dejar en la luna esta inmensa tristeza?
(R) Por pedacitos y formando un camino, para poder mirar atrás y recordarla
(P) ¿Será que algún día despertaré siendo poeta?
(R) Sólo si la noche anterior te dormiste siéndolo
(P) ¿Cuántos cantos más hacen falta para atrapar en un verso mis sueños?
(R) Un verso es una caja demasiado estrecha para los sueños y harán falta mil cantos para que éstos sigan libres
------------------------------------------------------------
Una vez leídos los trabajos y esa correspondencia aleatoria y anónima entre “preguntador” y preguntado, el aire se impregnó de alegría y de estupefacción, de sano jolgorio y de sorpresa, de exaltación y de creencia en las infinitas posibilidades del texto poético y su creación, el cual “obedece más al sentir que a la lógica” según palabras de Rouge. Los aprendizajes se cree que llegarán una vez se decante en las almas de los talleristas esta experiencia.
Todo fue hasta allí el trabajo en común que diez seres llevarán en sus recuerdos como una porción pequeña de noche en que el ser y el sentir estaban más allá de la razón y muy cerquita del corazón y del alma de Whitman, de Paz, de Rouge y de todos los asistentes.
Y la nostalgia seguía su rumbo... y ni siquera se podía
expresar en voz alta HECHEIYHMADU
Me encanta el blog, los poemas que publican son estupendos, gracias por esas lineas, saludos
ResponderBorrar"alguien me deletrea" ...maravilloso.
ResponderBorrarGracias por la crónica y por compartir estos versos tan dulces
Un abrazo
Regina
Interesante tu blog, Francisco. Para ver la posibilidad de incluirte en la revista con voz propia, por favor comunicate a mi correo, el cual está en el perfil del blog. Muchas gracias.
ResponderBorrarCordialmente
Analía
Que interesantes preguntas y que fascinantes respuestas. Por otra parte tu blog es muy bonito y tus poemas.
ResponderBorrarHasta pronto,