lunes, octubre 24, 2022

A mis padres


  

 

MIS PADRES

 

Donde quiera que tengas tus muertos tienes tu alma. 

Allí quedas anclado al terruño y a su naturaleza, a su horizonte, en mi caso, a su mar.

Allí ellos han aprendido las voces del mar y los guiños de las constelaciones, los giros insondables de los remolinos entre las piedras del pequeño cabo que ni figura en la geografía.

Han descifrado la música del viento que baja de los cerros por entre salientes afiladas, con sus siseos de arena.

Han conversado con los gorjeos de las aves marinas y con los rugidos de las olas al romper en las noches de tempestad.

Han aprendido a bailar de los movimientos sinuosos de los árboles en los finales de tardes caliginosas.

Han visto cómo se desmayan la mayoría de las plantas, porque el calor es tanto que hace de cada piedra un horno y casi las convierte en reflectores que alumbran y ciegan a quienes se atreven a mirar.

En el inmediato fondo donde las corrientes crean turbulencia, han desentrañado el misterio de los corales y los cangrejos, y los han hecho parte de hábitat móvil.

Allí moran en una eternidad que se ha acoplado a tantos ritmos cambiantes que se funden con el paso isócrono e indetenible del tiempo para ser una parte de natura.

Allí los concibo, en ese ambiente están, cazando atardeceres de ocres inimaginados y elevándose a la categoría de inmortales.

 

Francisco Pinzón Bedoya

20/X/2022

 

 





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por llegar hasta aquí y dejarme tu mensaje, es un lugar ínfimo en este universo.

Cuando ocurre...

    CUANDO OCURRE...   Desde ese saludo que se lo toma todo como una canción que no se conoce... hay un suspiro que se arroja a un precipici...