lunes, abril 10, 2023

Recuerdos con calor


  

 

RECUERDOS CON CALOR

 

Cuando uno vive en el calor y suda porque sí y porque no, no hay alternativa: te aclimatas a él o mueres. Recuerdo en el colegio, 1:45 pm en clase,  metido en un semisótano que llamaban los Países Bajos, el sudor se posaba en el cinturón y en medio de las nalgas y las marcas de humedad iban desde la mitad de la cintura hasta la nuca y la cabeza, aunque no estuviéramos moviéndonos sino los ojos, intentando tomar nota de la clase de prehistoria que un apóstol trataba de impartir, allí donde solo había unas pequeñas ventanas que daban al patio, la luz mortecina de una bombilla y la total ausencia de, al menos, un abanico. Debíamos acopiar servilletas o papel de cualquier tipo en el borde de los antebrazos antes del contacto con el cuaderno, para que el sudor no corriera la tinta con que estábamos tomando notas o haciendo dibujos o mapas, pero eso no era remedio infalible.  Al cabo de algunos meses todos los cuadernos presentaban marcas amarillas de sudor en sus bordes, y mi madre tenía que orearlos mientras dormíamos para que al otro día fueran al menos usables.

 

Francisco Pinzón Bedoya

febrero 28 de 2023

 

 

 



1 comentario:

  1. Muy buen ejercicio de la pluma, Pacho. Tiene presencia de apunte de diario litario, lo que significa que es una semilla de la cual puede crecer una historia.

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