LOS OSCOS DE ASTURIAS
Fuego de fornilla alumbrador de estancia
a tientas aduce la ceguera de su drama
para sin llegar a alguna espera
partir desde el arribo del silencio
a aquel final que todos lo sabemos
de la luz del salto y de la hoguera
Canas de callosas manos
enrojecidas por los sueños
regatean artesanías atémporas
sin cobrar bagatelado asunto
porque esperan no dejar morir
esa fuerza que les instó a vivir
de espalda al mar del Norte
Perdiendo fugas y batallas
perdiendo menos y más
con los años que encierran
hasta la sombra del espanto
ya sus pasos claman endechas
defendibles de recuerdos
Impregnados de montañas
de años de resignios y de suertes
de estrecheces y de risas montaraces
desde los adioses aquellos del mozo
la mozuela y la familia tradición
amarrados a la vetusta esperanza salvación
Morirán con sus maletas tan vacías
entre olvidos que luchan por tapar
toda esta ladera de músicas historias
en renombradas plenitudes repetidas
y adioses... que se acercan y se van
Hogazas desprendidas de los hornos
con quesos espesamente vocingleros
Brillos elegidos en la fragua
donde hacha azada y cerradura
vieron fluir su sangre en fuga
¡Adiós lumbre primavera y horno!
¡Adiós molino en trompicones
de harinas polvorientas en las tardes!
¡Adiós salto cantarino de aguas domeñadas!
¡Adiós de vidas en la tragedia estancadas!
¡Adiós sonoridad de almas que caminan!
¡Adiós historia! ¡Adiós vestigias aprendices!
Sin sus manos / Sin sus risas y costumbres
sin su calor y sus bravuras... adiós Oscos:
¡Sólo esperan morir de a poco sus raíces!
2004
Fuego de fornilla alumbrador de estancia
a tientas aduce la ceguera de su drama
para sin llegar a alguna espera
partir desde el arribo del silencio
a aquel final que todos lo sabemos
de la luz del salto y de la hoguera
Canas de callosas manos
enrojecidas por los sueños
regatean artesanías atémporas
sin cobrar bagatelado asunto
porque esperan no dejar morir
esa fuerza que les instó a vivir
de espalda al mar del Norte
Perdiendo fugas y batallas
perdiendo menos y más
con los años que encierran
hasta la sombra del espanto
ya sus pasos claman endechas
defendibles de recuerdos
Impregnados de montañas
de años de resignios y de suertes
de estrecheces y de risas montaraces
desde los adioses aquellos del mozo
la mozuela y la familia tradición
amarrados a la vetusta esperanza salvación
Morirán con sus maletas tan vacías
entre olvidos que luchan por tapar
toda esta ladera de músicas historias
en renombradas plenitudes repetidas
y adioses... que se acercan y se van
Hogazas desprendidas de los hornos
con quesos espesamente vocingleros
Brillos elegidos en la fragua
donde hacha azada y cerradura
vieron fluir su sangre en fuga
¡Adiós lumbre primavera y horno!
¡Adiós molino en trompicones
de harinas polvorientas en las tardes!
¡Adiós salto cantarino de aguas domeñadas!
¡Adiós de vidas en la tragedia estancadas!
¡Adiós sonoridad de almas que caminan!
¡Adiós historia! ¡Adiós vestigias aprendices!
Sin sus manos / Sin sus risas y costumbres
sin su calor y sus bravuras... adiós Oscos:
¡Sólo esperan morir de a poco sus raíces!
2004
Una luz de fragua
Una techumbre
Un ala que resuma su
espera
y yo...
que sigo con este fuego
...
HECHEIYHMADU
buena armonia
ResponderBorrarbuen sentidoo
saludoss
Todo pasa y todo queda... todo respira vida y muerte en el reloj de las prisas ,y el tiempo que deja su huella fosilizada en las tradiciones, que se pierden en los rincones de una vida agitada,agobiada por cambiar la paz del ayer por las fugacidades del mañana.
ResponderBorrarRecuerdo seran mañana a nuestro pesar.
Muy honda reflexión nos dejaste aquí, Francisco.
Saludos desde el Sur de España.