Camino de la luz

De la misma época que el post anterior, es decir, el último de septiembre, es este poema largo, dedicado a confesarme conmigo mismo en esas noches caldas, sin tiempo, y en él creo que describo (lleno de metáforas) cómo fue mi paso para llegar a descubir que en mí la poesía era un habitante connatural a mi esencia, que era el alimento, la luz, la estrella, el todo...

Y quise contrastarlo, darle vida a esa pulsión, y fue allí donde nació este poema que hoy les comparto, casi diez años después de estar por ahi... oculto a cualquier tipo de ojos

CAMINO DE LA LUZ

"Hay un placer
en las penas del poeta
que sólo el poeta conoce"
W. Copwer

Y un día me fui quedando con esos sabores
de formas inconclusas entre soles rojos
de caminos por andar que tan cerca ya acosaban
los instantes que conocían mis interioridades
que se revolvían con mis desafectos y despojos
Y un día me fui llenando de desatinos
de desaciertos de complejos de conjeturas
de prevenciones de humanidades dolidas
de llantos de risas con desalientos finos
Y el arroyo se fue cambiando en río
uno de saltos rápidos y cataratas
y el ruido de su paso arrasándolo todo
fue sólo la sombra de terribles insucesos
Y una tarde vi que ardían en mis manos
los esfuerzos labrados desde los comienzos
Y era como empezar a ver derretirse
mis cimientos mis bases del vivir y del andar
... y mis temores se volvieron más ciertos
Y los días después fui quemando mis naves
de papel de hojalata de liviano balso
porque andar en ellas era un imposible
y me fui sumergiendo en el lago del miedo
del pesar por mí mismo y mis desiertos
Y era ya de noche en mi vida acanalada
hacia la muerte de los múltiples te quiero
cuando se apareció una paloma con lágrimas
con velas de luz y aromas de inciensos
de aquellos que saltan desde algunos pebeteros
Y me extasié en sus sombras cuando jugaban
y me adoraban como si fuera yo su genio
y me abrieron un camino y me dieron a beberlo
Y me decidí a salir... a probar algo nuevo
a escuchar la tromba de la ayuda que lloraba
por allá acurrucada sobre un corcel viejo
de andar por los mismos caminos que a mí
me atraparon me dejaron atrás me retorcieron
Y seguí su brújula delatora de silencios
de pensamientos que me llegaron como fuegos
¡Sal de tu cueva... apóyate en su seno!
¡Ten confianza en su piedad en su sapiencia!
Y me dejé llevar y toleré los muertos
de mi pasado que afloraban sin yo saberlo
Y salí a tomar el aire fresco el aire nuevo
no sin antes pelear a dentelladas por lograrlo
en las aguas turbias pero invocando palabras mansas
frases acogedoras y hasta rimas fabulosas
que a música desde la otra orilla me sonaban
Y otros días después... encontré mi lugar
que aquí se llama ahora mismo con orgullo
la salvación de mi vida... ¡Es mi talento!
Es pintar el agua pura con su brillo y con esmero
es poder cantar suspiros a otros corazones lejanos
con sólo unos trazos de letras donde supe esculpir
los más íntimos o los más tiernos de mis sentimientos
y voltearlos y dejarlos irreconocibles desde lejos
en lagunas de poemas como éstos que se inician
en calurosas noches como hoy... entre remiendos
en los ajados renglones de mi humilde cuaderno

Sólo la compresnión que me han brindado creo que va propiciando el sacra estas letras de su encierro...

Un saludo grande y afectuoso para quienes -por cualquier razón- me visitan

HEC H EI Y HMADU... y ojalá llegara a donde va