De un poema que no clasificó para publicar en una revista

Hace poco nos invitaron a proponer poemas para un número especial de una revista de una prestigiosa universidad española, y digo "nos" porque fue a un grupo de personas que hemos publicado en alguna ocasión en otras revistas, y me propuse aportar mis letras. Tomé unos poemas que en ese momento brotaban de mi pluma, coherentes ellos, llenos de lo que en esa época me iba por dentro, y los envié.

Primero hube de reenviar los textos creyendo que no habían llegado y que por ello no había recibido siquiera algún aviso, luego de mi reenvío una frase en tono de regaño em contestó, "Sí, hemos recibido su aporte, muchas gracias". Al cabo de más o menos un mes de haberse publicado el número para el cual pedían "colaboración", recibí un lacónico mensaje que decía: "Su trabajo no ha sido considerado para publicación", y punto.

Entonces, acordándome hoy de ello, he querido darles vida en este BLOG, o tal vez "cristiana sepultura" como diría alguno de los responsables de aquella revista universitaria. Son ustedes, entonces testigos de excepción. Gracias por ello, aunque ustedes de ello no tienen la más mínima culpa.

DE CÓMO ME COMPONGO...

Un asalto sinfónico

que quiere sacarme

de este aislamiento

... me sobrecoge

La tersura de su piel

de niña arborescente

favorece mi pensarla

desde la luna para amar

que es este campoverde

Y allá en el tinglado

de la sombra que discurre

tras las bambalinas de su ser

hay primaveras y hay otoños

en ese monocorde caminar

Pleno he recitado

las nanas de la cebolla

como si estuvieran en mi memoria

y al mirarlas brotarán de mi libro

ante el asombro feliz

que no entiende pero acepta

esas formas tempranas

que adopta mi locura

... cual el más dulce amigo

Y continúo destronando

la fiereza que llevo encima

con poemas y flores

y sonoras letras de libros

mientras sonreído

... me compongo

Luego creo que les compartiré los otros dos... Este poema tuvo como origen una estrofa de una canción típica colombiana que empieza así: "Cómo me compongo yo en el día de hoy / cómo me compongo yo el día de mañana./ Cómo me compongo yo si vivo triste / cómo me compongo yo... Me duele el alma", es casi un himno vallenato (del valle de Upar), y ella se llama "Grito vagabundo", porque escribí este poema escuchándola con su rítmico "jaleo" caribe.

Gracias de antemano por sus comentarios, que en este caso se los apreciaría con toda la verdad de que son capaces los ojos distintos al "progenitor" de estos versos. De verdad, se los agradecería infinitamente.