Con ilusión

Dentro de las formas fantasiosas del alma operan los olvidos, las nostalgias, las extravagancias, las melancolías, las intensas alegrías y la tristeza en franca piel o en lontananza. Dentro de la fantasía caben el verso y el halago, la franca sonrisa y hasta la afrenta a la física de Newton o de Planck. En el reino de la fantasía, un Never Ending personal, caben los pertrechos hechos verdad, las utopías convertidas en caricias, y hasta todo lo que a uno se le ocurra.

En ese período fantasioso de mi poesía (que aún no termina) medran poemas olvidados que hoy rescato, pequeños trozos de deseos y de incendios, pequeños gritos en un ensamble que huele a recuerdos de sueños truncos. Empezaré desde hoy a dejar al aire, a su visión, a sus juicios, éstos… “hijos” que estaban en el desván, tal vez ocultando una piel negra o azul o extrañamente verde como el mar… llena de estrellas y mares por navegar a lomo de alguna quimera.

Recuerdo particularmente este poema que fue una respuesta a algo parecido a un guiño, una sonrisa, o no sé, tal vez como respuesta a la presencia de una ilusión que en el tiempo se desvanece… pero que vuelve y a veces se va.

CON ILUSIÓN

Vuelco entre mis manos
una copa de emociones
por ti... mujer de colores
Saboreo la imagen de tu cuerpo
que yo imagino impregnada
de caricias y miradas
maduras todas... de las mías
Pongo para ti como una fuente
mi ilusión poemaria
y mi piel... que te extraña
Sé con certeza al recrearte
que no estás... pero te tengo
¡Mujer de mis suspiros!
¡Belleza sin olvido!

Una frase final que me gusta por su profundidad: “Me interesa más que no me olviden, dejar huella”