domingo, junio 08, 2008

EUGENIO MONTEJO (1938-2008)

El poeta caraqueño ha muerto, viva por siempre su Manoa. Nada deja más en la eternidad a un poeta que sus versos que repetiremos mil veces mientras su alma viaja a encontrarse con Neruda y los demás bardos que le antecedieron.

No diré de Montejo más allá de lo que los obituarios ya dijeron, sólo sé que sus letras iluminarán mi camino y el de los demás que como yo admiramos su obra. ¡Paz en su tumba!

Reproduzco uno de sus poemas más hermosos, como mi póstumo homenaje a ese ser que creó para nosotros su Ítaca venezolana, latinoamericana.

MANOA



No vi a Manoa, no hallé sus torres en el aire,

ningún indicio de sus piedras.

Seguí el cortejo de sombras ilusorias

que dibujan sus mapas.

Crucé el río de los tigres

y el hervor del silencio en los pantanos.

Nada vi parecido a Manoa

ni a su leyenda.

Anduve absorto detrás del arco iris

que se curva hacia el sur y no se alcanza.

Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,

-siempre más lejos.

Ya fatigado de buscarla me detengo,

¿qué me importa el hallazgo de sus torres?

Manoa no fue cantada como Troya

ni cayó en sitio

ni grabó sus paredes con hexámetros.

Manoa no es un lugar

sino un sentimiento.

A veces en un rostro, un paisaje, una calle

su sol de pronto resplandece.

Toda mujer que amamos se vuelve Manoa

sin darnos cuenta.

Manoa es la otra luz del horizonte,

quien sueña puede divisarla, va en camino,

pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.”

Dijo de él en Caracas, Lisseth Boon de Cadena Capriles, tras su muerte: “Ahora, con su adiós, los poemas de Eugenio Montejo, como musitan sus libros, viajarán tan ligeros como un pájaro”

Dijeron de él las noticias:

“Ayer jueves 5 de junio, en horas de la noche, falleció a los 69 años el poeta venezolano Eugenio Montejo, quien había sido hospitalizado desde la semana pasada en el Centro Policlínico Valencia, de la capital del estado Carabobo, donde se encontraba en terapia intensiva a causa de un cáncer en el estómago que lo aquejaba desde hacía varios meses.”

“En la noche del jueves 5 de junio de 2008, falleció el poeta Eugenio Montejo, quien fuera Premio Nacional de Literatura (1998) y premio internacional Octavio Paz (2004). Ejerció como director literario de Monte Ávila Editores y como consejero cultural de Venezuela en Portugal.

Cobró notoriedad internacional por la cita que hizo el actor Sean Penn en la película 21 gramos, dirigida por el mexicano Alejandro González Iñárritu: "La tierra giró para acercarnos/ giró sobre sí misma y nosotros/ hasta juntarnos por fin en este sueño".

Fue autor de dos colecciones de ensayos y de varios libros de poesías entre los que se cuentan Élegos (1967), Muerte y memoria (1972), Algunas palabras (1976), Terredad (1978), Trópico absoluto (1892) Alfabeto del mundo (1986) y Fábula del escriba (2006), entre otros.”

“El poeta venezolano Eugenio Montejo se fue a la medianoche (del 5 de junio de 2008), uno de los más admirados e importantes poetas contemporáneos. Su deceso se produjo a la medianoche luego de un padecimiento de cáncer en el estómago.

Este diplomático, poeta y ensayista nació en Caracas en 1938. Su lenguaje poético se caracterizó por la rica gama textual y el gran dominio de las formas. Como diplomático, fue embajador de Venezuela en Portugal durante varios años, ese contacto con el país de Fernando Pessoa lo hizo un especialista del bardo lisboeta.

En cuanto a sus actividades divulgativas, Montejo fue fundador de la revista Azar Rey y cofundador de la revista Poesía, de la Universidad de Carabobo. También fue investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) y en 1998 fue honrado con el Premio Nacional de Literatura.

De Pessoa tomó la afición por los heterónimos, y con el de Eduardo Polo desarrolló una importante creación en el campo de la poesía infantil: Chamario (2004), editado por Ekaré e ilustrado por Arnal Ballester. Esa poesía para chamos, y de allí el título, se caracteriza por la ruptura con las convenciones, como por ejemplo la rima, que respeta y destruye al mismo tiempo: "Un niño tonto y retonto / sobre un gran árbol se montó. / Con su pelo largo y rubio / hasta la copa se subió"; el juego con las palabras: "La bici sigue la cleta / por una ave siempre nida / y una trom suena su peta... / ¡Qué canción tan perseguida!

Si quieren conocer más de Montejo, por favor ingresar en: http://www.letralia.com/188/0605montejo.htm

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