miércoles, agosto 16, 2023

No hay un detente


 

 

 

NO HAY UN DETENTE

 

Toda nueva heredad nace en el esplendor

de dos que se acogen a los tiempos

en que se mueven el piso sin saberlo

y corren a encandilarse mutuamente


La verdad del amor se define en la carne

y en los vericuetos con que se llega allí

-sin importar el apellido que le demos-

se halla el destino con que se llenan de luces

y de tesoros las palmas y los ojos


Esa iridiscencia compulsiva en desnudez

bajo el ropaje que estorba sin remedio

se nutre de infiernos y paraísos paralelos

bajo el agrado rutilante y húmedo que fluye

sin que haya algo que lo pare ni lo postergue


No son los jadeos ni las convulsiones ni el vientre

ni esa pléyade de incongruencias que nublan todo

aquello que detendrá en seco lo inevitable

porque cuando dos encontrarse así deciden

no hay lo plausible que pueda convocarse


Luego... unas tenues sombras y unas sonrisas

harán relucientes los caminos y las jornadas

que se repasaron antes de ese hito majestuoso


Hoy... queda la inmensa alegría y el deseo

de volver a intentarlo... una y otra y otra vez

 

Francisco Pinzón Bedoya

2015

 

 



1 comentario:

  1. Majestuoso instante del amor y grandioso tu poema. La fotografía es bellisima, un abrazo.

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Gracias por llegar hasta aquí y dejarme tu mensaje, es un lugar ínfimo en este universo.

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